Ayer compré una obsesión
Ayer compré una obsesión,
un sueño
y un amor.
Pagué con lágrimas,
empeñé celos,
y a un sentimiento extraño
le alquilé mi corazón.
Compré una obsesión
y la comí con espinas,
el cardo de su olvido,
sobre ella,
había florecido,
me engañó.
Compré un sueño,
y lo bebí con ajenjo,
de un sorbo,
porque el amargo desamor
de sus adioses,
en mi vaso de sueño
ella derramó.
Compré un amor,
y lo esparcí en tierra
como libación,
no como ofrenda,
si como sacrificio,
mi vida se tornó holocausto
sobre ella.
En el altar de su cuerpo,
fui sacrificado,
con el fuego salvaje
de sus amores,
mi vida entera consumió.
He perdido el sueño
y la obsesión,
tengo encendido aún
el carbón de su amor,
pero se está apagando,
¡No quiero perder el amor!,
...No quiero perder su amor. |