Llevo en el desafio del reto la inmensidad del preso aminado por la leyenda dentro de sombras muertas. También arrastro el sinsabor de merecidas golpizas que paciente resuelvo lloroso entre perlas y lágrimas. Atado a nuevas esperanzas contra la espada del infierno afiatado por mil pasos otorgados en la inmensidad del encierro. Vuelco mis huellas marchitas sobre la ley del temperamento en la piel abarcando un castillo haciendo flores danzar al amanecer.
Texto agregado el 23-06-2009, y leído por 218 visitantes. (2 votos)