Últimamente, el demonio recobró el apetito, insiste en coronarme -¡Escribió la palabra silenciosa en mi muslo izquierdo! -¡Saboreó mi sangre gota a gota! Últimamente, mi carne condenada escribe su ausencia Y la palabra silenciosa insiste en coronarme con su presencia …
Texto agregado el 22-06-2009, y leído por 123 visitantes. (1 voto)