¡¡No te hare daño nunca!! le decia el escorpión a la sirena.
Te quiero, confia en mi, solo quiero viajar contigo y que me lleves a través del mar a esa isla solitaria del horizonte, para vivir alli en paz y tranquilo.
Te amo, nunca te querria perjudicar, no te voy a clavar mi aguijón, tan solo llevame a mi destino y te dejare marchar sin heridas.
La sirena le creyó, confió en el, pensaba que en unos sentimientos puros no tiene cabida el odio ni la venganza.El escorpión fue transportado por la sirena hasta la isla que él eligio por destino, al depositarlo en la arena, él le clavó su aguijón.
¿Por que me has hecho esto?, yo no te he causado ningún mal ¿por que me lo quieres hacer a mi si te he dejado en el lugar que tu me has pedido?¿por que no recuerdas el viaje que hemos hecho juntos sin más? le preguntó la sirena.
No confies en un escorpión ni en las promesas que te pueda hacer, le advirtió él, mi naturaleza es así.
Herida de muerte la sirena se marchó a otro lugar.