Scaude mis manos en un esfuerzo repentino
de romper los claroscuros
esta imagen ya está trillada
tus palabras hacen eco en mi memoria, en lo quiero...en lo que quisiera que dijeras.
Sólo deja que la pantalla se vaya a negro y veremos que pasa,
pues yo no te pedí más que un dejo de agonía
en tu acto final
cuando por fin dieras la vuelta.
Y no te culpes por mis ojos
siempre fueron pétreos y sucios como los ves hoy
y (hoy) mendigo ausencias y colores
y mendigo vida...
porque una pizca de corazón se reseca entre los pastos
yace ahí ¿no lo ves?
acorazado en los adoquines
entre el murmullo de los pájaros que lo miran extrañados...
nunca se había visto una piedra por corazón,
un vestigio sangrante de tu partida...
Texto agregado el 21-06-2009, y leído por 126
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