Nota: Para la comprensión total del siguiente texto, se recomienda haber visto la película "Rope" de Alfred Hitchcock.
¿Cuándo va a pasar de moda esto de esconder cadáveres en los baúles? Lo encuentro sumamente vulgar y poco interesante, pero claro, al “intelecto superior” del señor Brandon no se le pudo ocurrir una opción más creativa.
La verdad ni siquiera me extraña, desde pequeño he tenido una suerte del demonio con mis dueños. Recuerdo a mi primer dueño, ¿cómo se llamaba?... Timmy, Tommy, bueno no importa, el punto es que era verdaderamente insoportable; me utilizaba para guardar su ropa sucia, ya se imaginan la clase de inmundicias que se encuentran en la ropa de un niño de siete años, y aparte de eso tenía la odiosa costumbre de grabar su nombre en mi antes hermosa madera.
Y claro ¿cómo olvidar a Francis y su afición a la taxidermia? He tenido que asistir a terapia durante años para olvidar los meses que estuve con ese lunático.
La verdad mi tiempo con Brandon y Phillip no ha sido tan malo, la mayoría del tiempo me utilizan para guardar libros, lo cual me parece una profesión digna para un baúl de cedro. Pero esta vez si se sobrepasaron, pobre señor David, era un esnob al igual que todos estos infelices pero tenía algo que me simpatizaba… ¿a quién trato de engañar? ¡Nunca me simpatizó este tipo, y ahora tengo que soportar guardar su cadáver quien sabe cuanto tiempo!... solo espero que lo saquen de aquí antes que empiece a descomponerse.
Parece que el señor Phillip está un poco nervioso, el pobre nunca ha sido muy brillante… ¿dónde estábamos? Ah, claro, me estaba quejando de mi patética existencia. No puedo creer que este haya sido mi cruel destino, cómplice involuntario de un asesinato; cosa que me tuviera sin cuidado si no fuera por la incomodidad que me produce guardar el cuerpo de este pobre desgraciado. Como envidio a mi primo, su trabajo es guardar los disfraces en un circo, seguramente se divertiría al verme en esta situación.
Vaya, parece que han descubierto a estos dos, puedo escuchar las sirenas de la policía. ¡Al fin una buena noticia! Quien sabe, quizás después de todo esto las cosas cambien, ¿me pregunto quién será mi próximo dueño? Quizás un boticario, o mejor aun, un músico que necesite un lugar para guardar sus partituras musicales, y que por las noches practique el violín. Ya puedo escuchar las melodías de Bach y Vivaldi inaugurando noches de sueños placenteros…
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