Estaba seguro…
Me jugaba entero,
Aunque no soy de apostar,
A que sería lo primero
Que me dirías al despertar.
Y lo dijiste….
Como si nada hubiera pasado,
Como si todo fuera igual.
No te diste cuenta, me digo,
Como si alguna vez te hubieras dado cuenta,
Que las cosas han cambiado.
Que ya no es la misma calle,
Que no habitamos la misma casa,
Que los sueños no son los mismos,
Ni los días son los mismos días.
No te diste cuenta.
Ni de este esfuerzo por pretender,
Que todo siga igual,
Ni de las raspaduras en mis nudillos
De tanto golpear la pared.
Seguramente hoy,
Como todos los días,
Lo quiera o no lo quiera,
Va a salir el sol, habrá bruma,
Nos abrigaremos para escapar
Del frío del invierno que comienza.
Nos juntaremos a almorzar,
Los mismos estúpidos de siempre
Brindaran por un día comercial,
Y entre ellos estarán
Aquellos que más quiero,
Eso lo se.
Pero no quita que sean estúpidos.
Al finalizar la tarde,
Se dirán contentos, lo bien que lo pasamos,
Viendo solo lo visible
Que a sus ojos se presenta...
Mientras se le ha pasado sin ver
La agonía del que solo se encamina
A aquel lugar seguro
Del que nunca se retorna,
En el que todo se acaba
Que lento se aproxima.
Y no te diste cuenta.
Que pena….
Que pena que nunca te des cuenta
Que la vida se te pasa
Entre esas cuatro paredes
En las que no puedo nunca
Estar… verte…sentirte…
Porque todo ha cambiado…
Aún esta madrugada….
En la que vos seguís con tus sueños,
Y yo aquí, desvelado,
Intentando explicarte
Que no te diste cuenta
Que la vida está en otro lado.
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