Tus besos son el acido que mis labios necesitan, la manera tan peculiar en que tus manos acarician mi cuerpo me llevan a una dimensión desconocida donde solo la leve claridad de una estrella, dirige mi camino.
Quédate 5 minutos mas y besame otra vez, hagamos juntos un viaje lunar…
Llévame a aquella nube azul y deja que el universo nos guie con una extravagante oscuridad, y cuando tengas que irte, no te vuelvas si no quieres verme anhelar que no lo hagas.
Comienzo a extrañarte desde el momento en que me dices que te iras, y camino sobre agua si tu mano no se desprende de la mía solo por un abrazo.
Entro en un trance de colores difuminados por tu voz, que aún creo escuchar en mis oidos, palpitando cada vez con más intensidad mientras te alejas paulatinamente…
Tus pasos, tus ojos, tu mirada, parecen ya muy lejos… El aire sabe a ti, me adentro poco a poco en el espacio, viendo de cerca una estrella que hoy brilla más que cualquier otro día y otra vez, ahí estas, volví a recordarte y ahora te extraño más.
Trato de imaginar que estaria haciendo ahora si no te hubiese conocido, tal vez riendo, o quizá pensando en ti, aún sin saber que existes… ¿Qué van a saber de amor quienes no han sabido darlo?; ¿Cómo saber en que momento emerger de lo desconocido? Tengo muchas preguntas, pero no hay respuesta a ellas… No me interesa saber que pasara mañana, ¡sólo quiero verte!
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