La Precuela de Julio
En una tarde de primavera, cinco amigas de clase alta, de una de las fabulosas urbanizaciones de chalets, más adineradas de los alrededores de “El Saler”, un pueblo costero de las afueras de Valencia, se dedicaran a entretenerse con el último cotilleo del día.
Y así sucedió que Amparo, la esposa del director del banco de la sucursal más cercana a la urbanización, había abierto los comentarios, después de acercarse a las cuatro amigas que estaban sentadas en una de las mesas del club social, dándole una fresca nota de entusiasmo a la aburrida tarde que estaban pasando y sentándose de golpe y con una mirada de fingida lástima y entusiasmo contenido, dijo;
- ¿Lo sabéis…? ¿No?
Tina (era la más mayor, profesora de instituto, jubilada y la más prudente de todas) dijo: ¿El qué, Amparo? (acentuó con cierto desinterés y cortesía, ella nunca mostraría tanto descaro y malos modales como su “amiga”)
Amparo, que captó el tono, pero no se dio por aludida, dijo contestándole a ella, pese a su clara falta de afinidad entre las dos y además Amparo nunca sintió mucho respeto por sus otras tres amigas dado que para ella ,Marisa pese a ser abogada de prestigio nunca fue respetada por sus amigas ni su marido, ni su familia, porque era muy insegura y había acabado en un alcoholismo crónico, separada y con baja autoestima nunca contaba su opinión para nadie y aunque su entorno siempre fingía y nadie lo comentaba por su alta condición social, en el fondo nadie la respetaba.
Luego estaba Lucia, la más joven de las cinco que estaban ahí, periodista de un diario digital, con tres niños pequeños, que no le daba importancia a nada excepto a los problemas de sus hijos y su familia, esposa de uno de los hijos de los constructores más ricos de la zona y como ella decía, trabajaba en el diario porque necesitaba desconectar de sus hijos y de la casa un rato y nada más...
Después estaban Mª Carmen y Pilar , estas dos que eran las de mediana edad, unos cuarenta años aproximadamente, solo se acercaban al resto de las mencionadas, por envidia y por apariencia, porque les gustaba que todo el mundo supiera que eran amigas de las más ricas del pueblo y las otras tres no les importaba porque así parecía que eran muchas más…
Por eso para Amparo, que siempre había admirado a Tina aunque la detestaba por su desprecio hacia ella, la única opinión de verdad que le interesaba era la de ella…, pero claro Amparo continuó explicando y exclamó:
-¡Nerea, la hija mayor de los Ruiz…! De verdad (dijo mirando seria a todas) ha sido horrible… es que... a ver... viniendo con el coche hacia aquí, ya sabeis que está ese puente… bueno... Que Nereaaaa... ( dijo esta vez en voz baja ), se ha tirado... - acabó por decir Amparo -
-Esa niña siempre ha estado muy mal… ( Dijo Lucía ) Y anda que no le gustaba a mi hermano Jorge, que cuando éramos novios Miguel y yo, siempre estaba con Nerea esto... y aquello...
-Si (dijo Pilar), ¡ esta niña siempre le han gustado las emociones fuertes!, como se nota que nunca lo paso mal de verdad, porque mira que meterse en eso de la ONG esa ... que ayuda a los drogatas y acabar yonki por experimentar el sufrimiento ajeno.. es que hay que estar (Hizo un gesto con su dedo índice sobre su cabeza girándolo sobre si mismo, dando a entender que Nerea estaba loca).
Su amiga Mª Carmen que no tenía personalidad propia le dio la razón, como si cualquier cosa que dijera Pilar fuera irrefutable...
Tina se quedo seria, contemplando al resto de sus amigas, abstraída... pensando... intentando comprender que había pasado por la cabeza de Nerea para hacer aquello... intentando recordar las clases que le dio de física en el instituto... recordando lo vitalista que era Nerea… Porque Tina al revés que todas estas, que a raíz de aquello no dejaron de "cacarear" sobre la familia Ruíz toda la tarde… Tina conocía bien a Nerea y podía saber mejor que nadie que le había podido pasar .. Incluso mejor de lo que la misma Tina podría pensar...
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