PG- Comienzo una serie de entrevistas, con la intención de adquirir un conocimiento más amplio del humano. Como se asegura, que la profesión más antigua es la prostitución, la primera entrevista, es a una de sus obreras. Hola, puta...¿cómo estás?.
Puta.- ¡Graciosillo!...Pues jodida, muy jodida.
PG- Será fastidiada, mujer...
Puta.- Pues no, en mi caso no valen eufemismos..., estoy fastidiadamente jodida. Lo que no se, es si decir...jodida, pero contenta.
PG- ¿Me puede aclarar eso?...
Puta.- Claro...Es que con la puta crisis, encima tengo que estar agradecida a que me sigan jodiendo.
PG- ¡Hombre!, la crisis nos está jodiendo a todo el mundo...
Puta.- ¿Lo ve?..., eso es un eufemismo. A vosotros os está fastidiando..., que no es lo mismo, ya te lo digo yo.
PG- Es de suponer que tendrán ustedes más competencia, claro.
Puta.- ¡Calla, calla!...En los últimos tiempos, los transexuales ya nos quitaban mercado, pero es que ahora, hasta las amas de casa tienen que poner el coño para llenar la cesta de la compra o hacer frente a la hipoteca.. Por lo visto, las amateurs tienen mucho tirón, por aquéllo del morbo, ya sabe.
PG- Es una pena..., dónde esté una profesional. Entonces, me dice que han cambiado los gustos, ¿no?...
Puta.- No exactamente. Las perversiones del macho, hogaño, no distan mucho de las de antaño. En esto del puterío, también hay “modas”. Cambian las formas, pero el fondo siempre es el mismo..., vaciar el depósito.
PG- Eso también es un eufemismo, querida. Como soy nuevo, en ésto de las interviús, tengo que hacerte una pregunta que, aunque bastante manida, no deja de ser curiosa en todas las épocas. Los machos casados o emparejados, son los clientes más habituales...¿porqué?.
Puta.- Efectivamente, es la clásica pregunta recurrente. Con respecto al tema, la respuesta tampoco ha cambiado sustancialmente. Las “perversiones” que nos demandan a nosotras las profesionales, no se atreven a solicitárselas a sus parejas; bien por que saben que no se las van a conceder o por que les van a tachar de “pervertidos”.
PG- Ya... Pero los tiempos han cambiado. Las hembras son más “abiertas”, menos ñoñas; su sexualidad es más hedonísta y menos tendente a la exclusividad de la procreación. Sigo sin entenderlo, puta.
Puta.- ¡Señora!, puta..., si no le importa, que una es muy señora y muy profesional. Pues muy sencillo...¡Señor!, grillo. Al margen de lo anteriormente expuesto, el macho es infiel por naturaleza y siempre se le ha tratado de encorsetar en un traje que le viene estrecho. Ya sabe la metáfora del cazador, el macho Alfa y todo eso. El humano macho lleva el instinto en su genética y eso es difícil de soslayar. Puede ser leal a unos sentimientos, pero infiel en sus deseos carnales. Eso ha sido y será asi, por los siglos de los siglos...
PG- ...¡Amén!. Entonces, usted es de las que piensa que la jodienda no tiene enmienda, ¿no es así?...
Puta.- Ni la tiene ni la tendrá. Sería como intentar tapar los océanos con tierra.
PG- ¿Perdón?...
Puta.-Pues que la tierra ocupa solo una tercera parte...¿Lo pilla, señor grillo?.
PG- Lo pillo, señora puta, lo pillo... Pues muy agradecido por prestarse, altruistamente, a ésta mi primera entrevista.
Puta.- Además primerizo... Que sepa, que mi tiempo es oro y a usted le voy a cobrar tarifa doble: por bisoño y por tonto. ¡Ah!, y triple, si se quiere ir..., con el depósito vacío. Y si no...¡ahora vas y te la cascas!...¡Juasss!.
PG- Cri...cri...cri...