No recuero quien dijo (pero creo que fué un poeta andaluz) "mi casa es donde cuelgo mi sombrero". Hoy siento que nisiquiera tengo sombrero. Y aunque encuetre lugares donde colgarlo, ninguno me parece propicio.
Herrante: Que anda de una parte a otra sin tener asiento fijo. Tiene otra acepción (en desuso): que yerra. Da que pensar la duplicidad de significados si la pones en relación.
Vas paseando por las calles de una ciudad en la que llevas mucho tiempo y te das cuenta que la sientes tuya, parte de ti; pero tambien que te queda poco tiempo para dejarla, digamos entonces que tuya-momentánea. Llevo mucho tiempo en este país y hecho de menos el mío. Me ne sono accorto.
Vas paseando por la misma calle de esa ciudad que ya sientes tuya y recuerdas la que antes te acogía. También la sientes tuya, pero esta vez dejada atrás. Digamos tuya-perdida.
Hecho de menos a los mios. Hecho de menos mi sitio. Y hecaré de menos este lugar que hoy es mi sitio y los de aqui que tambien son los mios.
Al final di tutto questo casino mentale mi rendo conto che né i primi né i secondi sono i miei, neanche i miei posti. Si vive da solo fin dalla nascita e tutti i ricordi si custodiscono nel cuore. Guardo il fiume. La vita e un fiume dolente, che lascia perdere e butta nel abiso del oblio tutte le cose vissute.
La felicidad es algo momentáneo.
Pero no me hagaís caso, hoy tengo un mal día.