El negro diluido me acompaña hoy, pues las memorias me aprisionan y me dan reparos, los bombazos me resuenan y consumen la poca esperanza de volver a creer, pero mi incredulidad se adueña de mis ojos.

Sentando en esta silla que carga con mi alma amargada y desinteresada, asesino el pensamiento de reconstruir todo, no hay un por que ni un por donde, mi vista no encuentra reposo y se tiende en las esquinas mugrientas de un pasado sin retorno.

Las paredes palpitan al tono de una marcha fúnebre que enmarca la calumniante búsqueda de una sonrisa que demuestre mi estancia y no mi ausencia.

Al filo de una navaja y al pendiente de pendular en una cuerda me despierto todas las mañanas que no amanecen y desatino la voluntad para ya no verte, te sueño para tenerte, pero lloro en mis adentros por la desesperación al tener que despertar.

Hay ocasiones que no entiendo donde naufrague, y por que no termino de ahogarme y sigo tragando las aguas a sorbos, por que no encuentro algo o alguien que detenga mi caída, por que mis manos se desquebrajan al querer tomarme del yugo de la fe de templos, ¿por que mi fe sea caído de frente y me a dado la espalda?.

El tiempo se escurre dando voces al viento esperando una mágica respuesta, una que me lleve a ver la lluvia que es algo inigualable, donde nuevamente pueda ver el viento como una caricia, y la música desee que mi voz la haga resonar sin la necesidad de surgir la congoja, cuando volverán las historias felices, cuando dejare de repudiar los finales increíbles, como podré ver que todo es temporal hasta la misma desdicha de pertenecer al tiempo.

Y esta noche como todas esperare que hundirme y hacerme parte de la oscuridad, como una lagrima a las aguas del mar, al permaneceré siendo sombra visitare tu noche y buscare las sombras amigas debajo de tus sabanas, no seré mas que una caricia mas que acompaña tus sueños, no te robare la calma, te regalare mi silencio que siempre seré el dueño, no juzgare tus sueños, no pretenderé saber de ellos, solo estaré hundido en las sombras de esta noche