El hombre en sí es un vehículo capaz de llevar y llevarse a los lugares más recónditos, memorables e imaginables. Un amigo en su blog citaba a un autor que decía :'Solo el hombre viaja en el recto sentido de la palabra es decir, con trayectorias y rutinas'.
El hombre es un instrumento solo y únicamente de su voluntad. Como hombre-vehículo debemos estar siempre en constante movimiento y todo lo que ello conlleva. Movimiento es igual a acción, constancia, fluir, ir y devenir. Detención sin embargo pudiera ser (y es) lo opuesto, pero existe un punto en el cuál detención es reflexión, instrospección, autoconocimiento y por ende autoevaluación.
El hombre es un constante viajero, tanto en ruta, como sentado a la sombra de un árbol viendo la más bella de las puestas de sol. El hombre es un viajero que impetuosa y necesariamente recorrerá día a día nuevos y viejos caminos, para que cuando haya llegado a su fin, se encuentre finalmente, consigo mismo.
Cualquier viaje interno o externo, parte desde y por nosotros, siendo un constante afluente de ideas y rutas que solo cambiarán en la medida que nosotros mismos lo hagamos. Hecho - Consecuencia. Una decisión lleva a un camino, y ese camino nuevamente nos guía a otras decisiones porque el hombre en sí es un vehículo capaz de llevar y llevarse a los lugares más recónditos, memorables e imaginables. |