05.01.06
Reino de Dios: En el Antiguo Testamento se habla muchas veces del futuro reinado del Señor y de un reino mesiánico universal. En el Nuevo Testamento, el anuncio del Reino de Dios (o “Reino de los Cielos”) que ha llegado ya, constituye la proclama inicial y el centro del mensaje de Jesús. Es el reino que llega con él y que él viene a establecer. Un reino que está presente ya, y en marcha o desarrollo, pero cuya consumación es futura. No es un reino temporal, sino eterno, y no es nacional, sino universal. No es un reino político, a manera de los reinos humanos, pero tampoco es un reino solamente moral y espiritual en abstracto, y enteramente extraterrestre. El reino de Dios consiste en su soberanía. Dondequiera que se acepta su soberanía y se ajusta la vida a su voluntad, su reino ha empezado. Pero el reino de Dios no viene ni crece por el esfuerzo humano, sino por la gracia y el poder de Dios mismo. El hombre sólo puede, y eso por la acción de Dios en él, acatar su soberanía y ofrecerse para ser, en sus manos, su colaborador (Col. 4.11). En la oración que el Señor enseñó, las peticiones“Venga tu reino” y “Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo” , son equivalentes.
Glosario de la Biblia “Dios habla hoy”
De las Sociedades Bíblicas Unidas. 1991
Terruño no es una utopía, está al alcance de las personas inteligentes que quieran abordarlo.
La Tierra, que es nuestra Madre, exquisito teatro con un diseño que apuntó a hacerlo apto para la Vida, se ha convertido en coto de caza y depredación, donde el Ser Humano es Amo y Señor.
Muchos de estos Seres, ignoran el fin último de la Existencia y la Vida como concesiones Divinas, y asumen sus Autorizaciones como Facultades natas.
Aunque elementalmente todos los Humanos estamos constituidos con una arquitectura básica semejante, las diferencias son esencialmente proporcionales.
La proporción constitucional, marca las características de los individuos.
Por pertenecer a la Especie, me siento autorizado a opinar sobre su naturaleza.
A Terruño no llega cualquiera, sino aquellos que están autorizados por la Divinidad.
La Tierra como Entorno Real, es un sueño de Dios.
Terruño es un sueño de los que quieren y pueden soñar con un Mundo mejor.
Hoy 5 de Enero de 2006, por inspiración Divina, se funda Terruño, Planeta que idealmente debería ir sustituyendo puntual, paulatina, particular y voluntariamente a la Tierra.
La Idea de cambiar un Mundo por Otro de esta forma, es un intento desesperado, o último recurso, para evitar la intervención del Ángel del Señor.
Dicha irrupción borraría de un plumazo el Orden Establecido, comprometiendo seriamen te la situación de la Criatura.
El Señor nos ha demostrado a los Humanos actuales, en qué forma puede hacer borrón y cuenta nueva con nosotros.
La colisión del cometa Shoemaker-Levi contra la superficie del planeta Júpiter, es una advertencia que muy pocos han reconocido como tal.
No existen dudas de que el Creador terminará con la irreverencia y la irrespetuosidad de los que en lugar de compartir, se adueñaron groseramente de los ricos y exquisitos escenarios naturales superficiales.
Los que decretan la Vida y la Muerte de las Criaturas, atendiendo a intereses propios o de Corporaciones, acreditan su padecimiento eterno a manos de los Ángeles Malvados.
Los que se vuelcan al Señor arrepentidos sinceramente de comportamientos espurios, entrarán en su Reino perdonados y renovados.
Pero aquellos que someten y vejan a sus semejantes, cercenando sus derechos y posibili-dades, pensando que en un arrepentimiento final igual serán perdonados, cometen un grave error, pues eso equivale a considerar que el Dios es estúpido, y esto es una ofensa directa a la Entidad que en ningún caso es perdonada.
Porque sólo la Esencia permite la salvación.
El Señor no duda en conceder el Perdón a quien se lo gana..., ni en castigar al que le miente o le engaña.
El Recinto Universal tiene un Dueño, y ése es de temer.
Ese Señor debe ser respetado; en lo posible, amado; y debe recibir nuestro agradecimiento por concedernos la Vida, en especial como Seres Humanos.
Si además lo veneramos, demostraremos que no ha fracasado en su intento de crearnos semejantes a Él, que es el Amor.
El último recurso de salvar a quienes sea posible, es la fundación de Terruño.
El nacimiento incruento de un Nuevo Mundo, es un deseo latente de gran parte de la Humanidad.
La coincidencia y la simultaneidad de la Idea, pueden convertirla en Clamor, que es la concentración del ruego de un número muy grande de Criaturas que piden a la vez.
Esto podría viabilizar la concreción de Terruño, por autorización Divina.
La justicia se aleja cada vez más de los escenarios terráqueos, aumentando el padecimiento y el dolor.
El sufrimiento de su Criatura, siempre conmueve a la Entidad.
Por eso Él manda Ideas e Inspiración, a efectos de que sean empleadas en bien de todos.
Pero aquellos que acceden a la Genialidad, tergiversando las intenciones del Dios, las aplican a proyectos y realizaciones en beneficio propio, defraudando los resultados espe-rados por Él.
Y así como nos brinda a todos la posibilidad de elegir entre el Bien y el Mal, también nos presenta algunas alternativas serias que nos permiten escapar de las incómodas situacio nes reales que nos agobian: los Sueños, la Esperanza, la Ilusión..., y la mayor: la posibilidad final de que nos reciba en su Reino.
El abandono del entorno real, es algo que escapa a nuestro control, pero la instalación de un cambio de mentalidad basado en los Sueños, la Esperanza y la Ilusión, apoyados en la Virtud, podría modificar el panorama Humano, mejorando las perspectivas de futuro.
Básicamente esto será posible en la medida en que cada persona tome conciencia de su factibilidad.
El principal Regente de Terruño es Dios, en la persona de su hijo Jesucristo.
Terruño forma parte del Nuevo Pacto, pero a su vez recibirá una Constitución que preci-sará los Atributos Primordiales de Terrúnicos y Terrúnicas.
En Terruño no hay Gobernantes, todos son súbditos, y los más aptos, en lugar de some-ter y avasallar a los menos aptos, deben ocuparse en que no se sumerjan, y accedan al cono- cimiento y la preparación necesaria para sumar esfuerzos al mejoramiento del status general.
Es condición imprescindible, sine qua non, la posesión de las mayores Virtudes: Amor, Dignidad, Solidaridad, Caridad, Humildad, Paciencia, Tolerancia, Perdón...
No se usarán los Dones como instrumentos para tomar ventajas ni obtener privilegios.
Todos los recursos que la Divinidad pone al alcance de los Seres, serán considerados Bienes de la Biomasa Planetaria, y los que están al alcance de los Racionales, Bienes Humanos.
Todos deberán usar sólo lo que necesiten para su supervivencia y bienestar, dejando lo restante para los demás, sin afectar la parte ajena.
Los que ingresen a terruño, deberán asentar en sus mentes los Seres y las Cosas que encontraron al llegar, para que ocupen los últimos tiempos de su estadía en recomponer y restaurar los daños producidos por su propia supervivencia.
Amar al Señor trae muchos beneficios y ningún inconveniente, y ése Amor es el boleto de entrada a sus dominios exclusivos.
Sabido es que muy pocos terráqueos conocen su Misión existencial.
Se preguntan: ¿A qué he venido?, ¿Para qué estoy aquí?, ¿Cuál es mi Misión?.
Realmente, cada individuo en particular tiene una misión diferente a la de los otros.
La Misión no es una Tarea, sino un Camino.
Llevarla a cabo es muy difícil, pues implica recordar los Mandamientos, tenerlos en cuenta y cumplirlos.
Muchos dicen: a mi nadie me dijo para qué vine, y ni mis padres pudieron explicarme porqué me trajeron al mundo.
Hay un Manual para el Camino, que es el Mayor y más completo de los conocidos.
Se llama de Biblia, y trae consejos sobre como llegar a los Cielos, entrar al Reino, ser reconocido por el Señor, ignorado por la Divinidad, perdonado, expulsado de su Presencia, o descender al Averno sin retorno.
El Manual Bíblico, está dividido en dos Libros, perfectamente diferenciados: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
El Antiguo Testamento es una recopilación minuciosa de la Historia del Pueblo de Isra-el, sus Profetas, y la forma en que nuestro Dios, daba a conocer sus mandatos y mensajes al pueblo que eligió para promover y ayudar, o aleccionar cuando éste ignoraba deliberadamente la Orden Divina.
Como la Humanidad crecía y se diseminaba por la superficie de la Tierra, el Dios decidió extender las posibilidades de entrar a su Reino, a todos los habitantes del Planeta.
Para esto debía avisar a los terráqueos que como todos eran su Criatura, tenían el mismo derecho que los Israelitas a entrar a su Reino, si cumplían sus Mandamientos.
Por su Omnipotencia, no puede presentarse personalmente en los escenarios terrestres, sin producir grandes daños, así que avisa mediante Ángeles, Vírgenes, Profetas, Santos, etc. Su Mensaje Celestial.
De modo que se le ocurrió una exquisita forma de avisarle a la Especie, que todos eran de Dios.
Eligió fecundar con su Semilla, a una mujer virgen, respetuosa de Dios, para que tuviera un hijo al que llamaría Jesús.
El vientre de esa Virgen, era la nave donde venía el Hijo, concebido por el Espíritu Santo.
Surgía así, la Santísima Trinidad, integrada por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Esto marcaba también el comienzo de gestación de la Iglesia como soporte y prolongación del Pensamiento y la Doctrina Cristiana.
Planteado de esta forma el advenimiento del Hijo como Salvador de la Especie, a ojos de los especialistas en la Biblia, parecería un Sacrilegio por el cual merecería ser ejecutado por Tomás de Torquemada en persona.
Pero los años pasan, y los milenios, y la Mente humana y las Sociedades avanzan autorizadas por la Entidad, y así como en su tiempo envió a Jesús con el mensaje que hasta hoy debemos respetar, y representó una modernización intolerable para los Fariseos y los Sacerdotes regentes, hoy debemos renovar el recuerdo de la existencia de el Señor nuestro Dios, y de su Hijo amado, como Dueños del recinto Universal.
La necedad congénita que afecta a la Criatura actual, no es menor que la de aquellos que condenaron a muerte a Jesús, pero los Emperadores de hoy, permiten el pensamiento libre y esto abre una puerta para que el Señor pueda entrar en nuestra inspiración y acercándonos a Él, nos sentiremos mejorados y reconfortados, aún en la adversidad y el dolor.
Formar un grupo con todos aquellos que le aman por sobre todas las cosas y aceptan el sacrificio de Cristo como la redención de sus errores, su perdón y su salvación, no es establecer una Elite, ni actuar como segregacionista, pues todos están en condiciones de ingresar al grupo, o condenarlo.
Nadie tiene autoridad suficiente como para someter a juicio a quienes eligen acercarse a la Entidad por el medio que sea.
A Él no se llega mediante la violencia, el desorden, ni la imposición.
Sólo la Voluntad lleva a su Reino, y adorar por lo menos a uno de los integrantes de la Santísima Trinidad.
La instauración de El Nuevo Orden, no implica borrar el establecido, sino reconocer que los que han elegido a Dios, realmente constituyen un nuevo pueblo que merece estar unido e interactuar a efectos de llevar el acercamiento a la Entidad al máximo grado posible.
La voluntad del Señor para con el Pueblo de Israel, era que se mantuvieran unidos, tanto en el triunfo, como en la derrota.
Es de suponer que ese deseo, es extensible a todos aquellos que lo aman, y reconocen a su Hijo como el Mesías que nos permitirá salvarnos de caer en manos de los Ángeles Malvados.
Hoy más que nunca, la influencia negativa del Impío, hace peligrar las voluntades más firmes e incorruptibles.
La Sociedades modernas son terreno fértil para la fechoría, el delito y el desvío.
Los distraídos, ociosos, indolentes, pusilánimes e indiferentes, son bocados seguros para el enemigo de Dios.
Las mentes que no están en conocimiento de la Palabra, los Mandamientos, los Atributos Primordiales y el Camino Recto, caerán en las infinitas trampas que ha instalado el Tramposo sobre la superficie de la Tierra.
Quienes ingresen a Terruño llegarán al conocimiento que les permitirá discernir entre lo que es de Dios, y lo que es del Impío.
Una vez en ese territorio, ya no habrá que temer por tentaciones ni pensamientos impuros, ya que no será la luz del Sol la que hará manifestar a los seres y las cosas, sino que será el Divino Resplandor, que solo permite ver lo que está empapado de Virtud, y las cosas que son de Él.
Terruño, que hoy pertenece al estrato de los Sueños y la Ilusión, debe ser construido pieza por pieza, por quienes necesitan salir de esta Realidad cruel que nos compromete y nos asola.
No es fácil la Idea, pero todo gran viaje comienza por un primer paso, y las grandes obras se inauguran con la Piedra Fundacional, simbólico primer ladrillo de la construcción.
Terruño sólo será posible, si El Señor nuestro Dios, lo autoriza.
La inspiración que me invade acerca de este enorme proyecto, está muy lejos de haber sido gestada por mi pequeño cerebro. Aquí hay Alguien que está usando el vínculo primordial, para sembrar la Idea y que a partir de ésta, los que tienen la inteligencia y los recursos, puedan comenzar a proyectar y concretar.
El Espíritu Santo me ha tocado varias veces, salvando mi Vida o mejorando mis lamentables condiciones de vida.
Saber reconocer la Mano de Dios en el castigo o el premio, tal vez sea uno de mis atributos.
Este reconocimiento del Poder luego de que ha pasado por los teatros sociales, corrigiendo, aleccionando, advirtiendo, curando o premiando, tal vez derive del inmenso temor y respeto que me inspira la Entidad.
Que los prepotentes y los abusadores del efímero Poder reciban castigos ejemplares, no es una novedad, pues son mortales como cualquier otro, que por hacer un uso indebido de sus autorizaciones, y habiendo sido advertidos varias veces por la Divinidad, continúan sometiendo y agrediendo a poblaciones indefensas, se hacen acreedores a que el Ángel del Señor les propine castigos naturales a sus territorios, o los destruya eliminando algunas o todas sus Facultades.
El uso desproporcionado de la Fuerza, trae desgracia y padecimiento a las multitudes desprotegidas y sin recursos.
Estando el Dios preocupado por los desequilibrios humanos, aquellos que los producen, están en graves problemas.
Toda la infraestructura de las Civilizaciones actuales, está basada en el Dinero, inclusive la única forma de interactuar entre ellas, intercambiando productos y personas es haciendo uso del más poderoso de los inventos humanos: la Moneda.
Como el Dios no cede a tentaciones monetarias ni a ofrecimientos de Poder, está fuera de las consideraciones sociales humanas.
El Dueño del recinto, en realidad no cuenta a la hora de los proyectos y las planificaciones de los Individuos y las Civilizaciones.
Y es muy difícil introducirlo, sin ser defenestrado y desechado por los autosuficientes, sabihondos y prepotentes líderes actuales, que basan su aptitud en Títulos y Certificados de escolaridad, que en ningún caso han sido autenticados por la Divinidad.
La base de la Sabiduría, es la Inteligencia como Facultad concedida.
Ignorar los procedimientos legales de las sociedades, es ser inepto e ignorante, si además no se tuvo la oportunidad de cultivar la mente, ya no es posible ser considerado Persona, y se pasa a ser Sujeto.
Si por estas causas no le es posible al individuo desempeñarse ni interactuar socialmente pasa a ser un miserable marginal, que no existe a los efectos de las consideraciones como integrante social útil.
El Edificio Personal, es una construcción extremadamente compleja, cuya concreción debe ser minuciosamente planificada, estableciendo un algoritmo rígido, que debe ser respetado a rajatablas, para llegar a una formación exitosa, que asegure un lugar en el organigrama civil.
Los obstáculos, las barreras y las trampas, deben ser reconocidas antes de chocar con ellos, por eso los que no están preparados, se despeñan a los estratos inferiores.
Sólo podemos opinar que la Divinidad, en el caso de los Seres Humanos, provee a las Unidades, con Atributos y Dones que le permitirían una supervivencia exitosa en el medio social.
Es tarea de cada uno descubrirlos y usarlos de forma tal, que constituyan instrumentos para una mejora personal que no afecte los derechos y las posibilidades de los demás.
Esto que rige para la Tierra, rige también para Terruño, pues es mensaje de las Escrituras que debe llegar a todos los que se consideran de Dios.
Terruño en principio, no es un territorio continuo.
Cada Aspirante a ingresar al nuevo Mundo, deberá pedir Inspiración a la Entidad, y en la medida en que lo autorice, comenzará a transitar nuevos caminos en este mismo Planeta.
En principio, debemos convertir nuestra morada en parcela de Terruño.
Cambiando nuestras actitudes y nuestra forma de encarar las nuevas acciones.
No es posible convertir nuestro territorio en parte de Terruño, si no adoptamos la posición de súbditos de Jesucristo, pues las autorizaciones provienen únicamente de Él.
Estos son dominios del Hijo, aunque el Impío campee en ellos.
En Terruño, solo el Hijo domina y ordena, y a esos lares, los Ángeles Malvados no se acercan.
Terruño comienza dentro de cada uno, y se proyecta al entorno y los territorios donde se encuentran otros habitantes autorizados.
La maravillosa idea de abrir las puertas de Terruño a los que son aptos para su ingreso, consolida la posibilidad de acceso al Reino, en el momento en que el aspirante lo decida.
Acatar la Divina Autoridad, es un paso que en ningún caso es duro, porque de hecho ya estamos bajo ella.
Dios permite algunos desvíos, pero si se persiste y se aumenta el grado de irreverencia, Él interviene, poniendo las cosas en su lugar.
El Dios invisible que nos corrige y alecciona, si es reconocido y se acatan sus Mandamientos en la medida que estas sociedades nos lo permitan, reinará en los lugares donde estemos, y nosotros marcaremos su territorio con nuestra presencia.
Nadie debe perderse esta gloriosa oportunidad, de ser embajador del Altísimo por voluntad propia, lo que puede propiciar la Autorización.
Ésta es una ocasión propicia para intentar servirle ya como su propiedad.
Sólo los Ángeles tienen ése Divino Atributo, de conllevar en sí mismos la Divina Presencia.
Lo nuestro será predicar con el ejemplo, sin invadir ni obligar, pues nadie llega obligado a la presencia del Señor.
Extender con cada paso, los dominios del Señor, será la mayor de las responsabilidades de los elegidos.
Por eso deberá tenerse especial cuidado en no transitar caminos prohibidos, ni hacer migas con Ángeles Malvados ni sus acólitos.
La Esencia y la Conciencia deberán auditar las acciones y las intenciones.
Para los que aman al Señor y le Temen, ningún trabajo es pesado en el acercamiento a su Divina Presencia.
Terruño es la oportunidad, para los tratados injustamente, los viejos, los que han perdido las esperanzas, de olvidar las ofensas y comenzar un nuevo camino existencial, cambiando metas y objetivos.
El perdón de Dios, llega con un cambio de actitudes, un arrepentimiento sincero y una propuesta firme de enmendar el daño y no volver a pecar.
Aquellos que pretenden un perdón luego de dañar gravemente las posibilidades de miles de semejantes, sin devolver su botín a los perjudicados, ni afectar un ápice de su fortuna mal habida en enmendar en parte el daño producido, no sólo no entrarán a Terruño, sino que serán miserables entre los despreciables habitantes de las cloacas del recinto.
Caminar por la Tierra, abriendo senderos por los que transitará el Dios, es un Honor que muy pocos seres pueden alcanzar.
Quiero que se entienda mi idea: debo predicar con el ejemplo, por lo que no aspiro a privilegio alguno, más que el de acercarme a mi Dios, y colaborar con Él en la salvación de los que aún pueden ser salvados.
Quiero ser testigo de sus bendiciones sobre mi persona, luego de una existencia no demasiado pecaminosa, pero si algo dispendiosa, durante la parte del camino en que ignoré los mecanismos de la Entidad para comunicarse con los humanos, y la existencia de la Biblia como Manual para el camino.
Existe una confusión en los Seres Humanos, con respecto a la interpretación de la Biblia.
Las bases primarias del Antiguo testamento, dejaron de tener vigencia con el Nuevo Pacto instaurado por el Hijo, que entregó su vida en un martirio que hasta el día de hoy es tabla de salvación para todo aquel que quiera usarla.
La imagen del hijo de Dios clavado en una cruz, habla de la consagración del mayor sacrilegio cometido por el hombre.
Esta vil acción, que avergüenza y entristece a los buenos seres humanos que creen en la Creación y el Padre Celestial, a más de dos mil años de su ejecución, marcó un quiebre en la Doctrina, donde el Dios concede a su hijo, Autoridad y Majestad sobre los individuos y los pueblos de todo el Planeta.
El Dueño del Recinto Universal, otorga a su torturado hijo, el dominio de los escenarios terrenos y sus civilizaciones.
Estos Dominios del Señor, pasan a manos de su Hijo, que establece que para entrar al reino, hay que seguir los Mandamientos impuestos por el Padre, y recibir el bautismo que borra los pecados originales.
Estos requisitos, apuntan a eliminar la anarquía y establecer una selección.
Pequeñas barreras, que resultan infranqueables para irreverentes, irrespetuosos, oportunistas, renegados y necios que piensan que pueden burlar a la Entidad.
Los Ángeles del Señor, son tan celosos como su propio Dueño, al controlar las acciones y las intenciones que marcan la Esencia.
Ellos nos ven desnudos y leen nuestros pensamientos: no hay forma de engañarlos.
Por estas cosas, si el Reino ya está establecido, comencemos a transitar sus caminos revestidos de Virtud y encarando actos dignos, que enaltezcan nuestra persona a tal grado que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, las vean con agrado.
Es imposible para los Humanos, comportarse impecablemente durante mucho tiempo; máxime en tiempos de grandes desafíos, tentaciones y trampas, pero por algo hay que empezar en nuestro intento de acercarnos a Dios.
Las tres manifestaciones de la Entidad, pueden hacer sentir su beneficiosa influencia en nuestras vidas.
Aunque muchos no quieran reconocerlo, de hecho nos curan, salvan nuestra vida, o nos ayudan en la adversidad, mejorando una situación de angustia, en una forma inesperada.
Aunque muy pocos están en condiciones de reconocer la intervención divina en situaciones puntuales, aquellos que tienen ese privilegio, deben avisar a los menos sensibles que el Señor ayuda a los que se vuelven a Él.
Es evidente que el desarrollo acelerado de las Sociedades y su diversificación, ha comprometido seriamente el futuro de la Especie.
Radicarse en Terruño, implica un escape alternado de los complejos vericuetos sociales, para, cuando es posible, irse acercando a la Verdad, sin abandonar el imperioso compromiso civil.
La exigencia de Reconocimiento y Amor, no está al alcance de todas las personas, pues los obcecados y los renegados, existen aún entre las elites de intelectuales y los más destacados sabios, se sienten autorizados a negar a la Divinidad.
Esto demuestra que no todos los sabios alcanzan la Sabiduría, ya que ésta proviene de la fuente de todo conocimiento, que es la propia Entidad.
En los tiempos que corren, los Comandantes de la Nave Humana, en su mayoría son renegados conscientes de los errores que cometen, y se creen revestidos de inmunidad trascendente.
Nada más alejado de su verdadera situación, ya que se han apartado tanto del camino al Cielo, que jamás podrían encontrarlo detrás de las montañas de irreverencias, irresptuosidad y pecado que han acumulado.
Ellos están perdidos, pero los más, están en condiciones de llegar a Terruño, y lo único que necesitan es la guía y el aviso de que van bien.
El primer requisito, es recordarles que Dios aún existe, que su hijo Jesucristo es nuestro gran Médico y nos va curando de los males, aunque no lo notemos. Pero Él está allí, junto al lecho del enfermo, esperando una muestra de Amor y Humildad para actuar.
Esas dos Virtudes desatan la cura y promueven la mejora del que padece.
Terruño no es un invento, si llegamos a él, y miramos en todas direcciones, veremos multitud de habitantes que ya están allí desde hace tiempo, aún sin saberlo cabalmente, por sus actitudes y conductas, donde han demostrado la Virtud que poseen.
Los oprimidos, explotados, sometidos y tratados injustamente, que sufren en silencio su angustia, esperando que la Justicia llegue de alguna parte...
Los que pudiendo, ayudan, tienen compasión por los que menos tienen, son caritativos sin pedir nada a cambio, y cuando son solidarios, lo hacen en silencio y con dulzura.
Los del Impío son muy pocos, pero por estar en el Poder, o usar la fuerza para imponerse hacen sufrir al resto de la Humanidad.
Como hay de todo en la viña del Señor, debemos acudir, para identificarlos fehacientemente, al Manual para el Camino: la Biblia.
En la Biblia figuramos todos, y el que no se sienta aludido, no tiene lugar dentro ni fuera del Reino.
Dios es bien claro en su planteo: la Criatura es mía, y debe reconocerlo, el que lo haga está conmigo, quien no, estará contra mí y será expulsado de mi Presencia.
La irreverencia de la Criatura, es su peor pecado, y el propio Señor lo sentencia en la Biblia: “No permitiré que adoren a otros dioses, porque el único Dios soy yo, y soy un Dios celoso”.
El Dios asume sobre su propiedad: la Criatura, y esto en lugar de hacernos revelar contra Él, debería ser motivo de júbilo y orgullo.
Significa que el Padre Celestial es nuestro dueño, y no los Reyes, los Gobernantes de turno, o los Emperadores.
No somos del patrón, del empresario, de nuestros padres, y ni siquiera de nosotros mismos.
Tenemos un dueño, si, y ése es el Señor.
Es también el Dueño del recinto universal, de todos los Seres y las Cosas que contiene: en consecuencia, somos del poderoso y omnipotente Amo del recinto.
Sólo conoceremos Terruño, si Él nos autoriza a hacerlo, dándonos el conocimiento necesario.
En los dominios del Señor, nadie puede conducirse con displicencia y a piacere.
Hay que practicar un minucioso respeto por el derecho de los demás, y en todos los casos considerarnos humildemente inferiores al prójimo.
En Terruño no hay lugar para el defecto humano, y cada cual debe considerarse como un hermano de los demás, sin medirse ni compararse con otro, pues la competencia no es posible donde todos aman y protegen a sus semejantes, sin considerarse mejores ni superiores en sentido alguno.
La competencia es un invento del Hombre, para averiguar las aptitudes y la fuerza de los demás, estableciendo comparaciones que a la larga desnudaban las partes débiles de las personas, que eran catalogadas por sus condiciones físicas o intelectuales.
Los resultados obtenidos eran utilizados por empresas o ejércitos, para contratar personal ideal para tareas específicas.
En esencia constituye una medición a vara, cosa que está expresamente prohibida por el Dios en las Escrituras, que dice que con la misma vara que medimos, seremos medidos.
Aunque Terruño es un territorio conocido por muchos, para la mayoría será una tierra casi prometida, a descubrir, que guarda el sueño quimérico de estar regido por la Justicia Divina, y donde reina la Santísima Trinidad. Realmente el mejor de los mundos.
Un lugar de preparación, donde son adoctrinados los novios que se casarán con la Entidad.
Donde reinan la Paz y la Virtud; y la Luz y el Amor, alcanzan a todos los habitantes por igual. Una comarca muy próxima a lo Divino, que mejora y enaltece los pensamientos y las intenciones, enseñando y mostrando el camino de los súbditos hacia la Integración.
El Vínculo Primordial se fortalece y se hace enorme, al punto de que la identificación es un resultado natural y necesario.
Estamos en el peligroso momento en que los poderosos siguen oprimiendo y extrayendo los recursos de los menos aptos, en un proceso que fue premeditado y planificado a la perfección desde hace milenios.
Los Seres que recién llegan al Planeta, se encuentran apremiados por compromisos asumidos por remotos ancestros, que complican gravemente su existencia y su desempeño.
Otros ingresan a teatros donde la abundancia y el derroche, aseguran su buen pasar y una existencia libre de obligaciones y angustias económicas.
Éstos están parados sobre los primeros.
Terruño es terreno llano, las montañas y los desniveles los establece el Señor, en los es-calafones de sus criaturas, que siempre van elevando su status.
Los que están debajo, miran complacidos como ascienden los que merecen, esperando que su Amor y Admiración por la Entidad, vayan creciendo y les permitan irse acercando a Él, que está en lo más alto.
Donde el Señor ejerce Soberanía, los súbditos viven en un éxtasis permanente, que es producido por el Espíritu Santo.
El Poder del Espíritu, se manifiesta en una influencia maravillosa, que baña a la persona, la aísla y la protege aún en entornos negativos y adversos.
Aquel que es tocado por el Espíritu Santo, siente la diferencia y la reconoce con regocijo, aunque en cierta forma se sienta aplastado y paralizado por el Poder.
La sensación posterior a su irrupción, es de un incomparable bienestar y goce, y la persona continúa durante días, semanas y años, recordando aquel maravilloso acontecimiento, y en espera de que se vuelva a repetir quizás algún día...
Es de imaginar que Terruño, donde el Señor es el Soberano, puede ofrecer paisajes y lugares que están lejos de ser imaginados por los mortales, donde los problemas, las demandas y las urgencias sociales de las civilizaciones modernas, no existen ni se recuerdan.
Sin estar acosados por el Compromiso Real y las Obligaciones Cívicas, los Seres pueden dedicarse solamente a manifestar su Virtud en el Amor a Dios, y los Ángeles que habitan la comarca, y en disfrutar de los efluvios Divinos que bañan los seres y las cosas del lugar.
Algunas personas han experimentado la influencia del Espíritu Santo sobre ellas, y, reconociéndola, agradecidos han recibido una mejoría en su situación económica o social.
El Señor Jesucristo, continúa siendo nuestro gran Médico, curándonos de males que terminarían con nuestra existencia en poco tiempo, o practicando curas milagrosas que desconciertan hasta a los propios médicos.
Él está entre nosotros, con su infinita Misericordia, vigilando nuestra salud.
Esos son las dos partes del Dios, que se pueden manifestar aquí en la Tierra, en beneficio de quienes acepten al Señor, lo amen, y se arrepientan muy sinceramente de sus pecados.
Las Escrituras son claras: El Dios sólo atiende los ruegos de quienes se vuelven a Él, y siguen sus Mandamientos.
Muchos pecados inconscientes pueden ser perdonados, aunque una vida dispendiosa y llena de acciones malintencionadas, puede conducir a cualquier lugar, menos al Cielo.
Quienes de burlan de Dios, usan su nombre irrespetuosamente, son irreverentes ante el Poder, y son recurrentes en la violación de sus Mandamientos, no podrán entrar a Terruño.
Posiblemente Terruño no sea el Cielo, pero es un escalón donde se puede aguardar el ser llamado, en forma segura, y bajo la protección de los Ángeles del Señor.
Hoy en día, que se adora a figuras de madera y yeso, en altares lujosamente decorados, bajo la permisiva mirada de quienes dicen representar al Señor en la Tierra, el Dios está preocupado por la irreverencia hacia lo Divino auténtico.
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03.Febrero.2006
“Después de estas cosas, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad: los hijos e hijas de ustedes hablarán de mi parte , los viejos tendrán sueños, y los jóvenes visiones...”
Libro de Joel 2.28
Quiero ser tu siervo Señor, y que tomes posesión de mi cuerpo y mi mente para comunicarme lo que desees.
-.II.-
- En las Escrituras he condenado muy especialmente la adoración a falsos Dioses y Figu-ras creadas por escultores y artesanos.
He dicho que si una persona realiza la creación de una figura y dice que es de su Dios, sólo se engaña a sí mismo, y si la adora y le rinde culto, está provocando mi ira.
Yo soy un Dios celoso, y quiero que mi Criatura me adore sólo a mi, pues ella es mía, yo la hice, y me pertenece.
Si el Dios ha permitido la compaginación de la Historia Sagrada, y las Sagradas Escritu-ras, a pesar de la oposición aviesa de muchos creyentes, legos y profanos, ordenando que los Mandamientos fueran especialmente incluidos, es para que este libro fuera tenido en cuenta como referencia por todos aquellos que quieren volverse al Señor.
Adorando trozos de madera, mármol o yeso, sólo demuestran no conocer el Manual Sa-grado, ni sus ordenanzas.
Quieren ver a Dios, y miran imágenes en las que figuran creaciones de los hombres, y se emocionan y le piden a representaciones que son todas diferentes entre sí.
Si llegaran a aplicar el Razonamiento Lógico, unido al Procedimiento Científico, llegarían a comprender que la única forma de ver al Señor y comunicarse con Él, es cerrando los ojos, pues no es una figura, sino un espíritu: el Espíritu Santo.
Yo, el Dueño del recinto, me siento defraudado cuando pretenden ignorarme o negarme.
Seguramente la Criatura no ha llegado al nivel de inteligencia que hubiera deseado en ella.
Pero el Raciocinio debería permitirle por lo menos presentir al Espíritu Santo cuando los panoramas adversos cambian, o la presencia del Hijo, cuando se produce una cura milagrosa.
En estos dominios, el azar es manejado por el Señor, así que las casualidades y los acon-tecimientos fortuitos no existen.
Aquellos que atribuyen al azar, las condiciones propicias, la casualidad, el surgimiento de la Vida, deberían comprender que las condiciones propicias para la vida, son parte de la Creación, que incluyó amablemente en la obra, los exquisitos escenarios superficiales terrenos, especialmente aptos para la biomasa.
El experimento vital, en un medio universal letal para los seres vivos hasta donde el hombre ha podido llegar con sus instrumentos, debería ser motivo de análisis de los sabios, que emplean los dones que les he asignado con fines más nobles, en aumentar sus caudales y su riqueza en detrimento de otros seres menos aptos.
Todo esto está asentado en el Libro de la Vida, que llevan con mucho celo mis Ángeles.
No permitiré que mi Creación Vital, fracase por culpa de unos pocos irreverentes y negadores del Dios, que complican la existencia de muchos de mis hijos, al acumular los recursos y los bienes planetarios que fueron destinados para todos los seres.
Los que hoy viven en la abundancia y el derroche, condenando al hambre, la miseria y la muerte a las grandes mayorías de seres que son los infelices: marginados, pobres, a los que carecen de alguna facultad, a los que no han sido cultivados por falta de oportunidades, y a todos aquellos que me aman y me reconocen, aún en condiciones de extrema adversidad y dolor, esos que son rapiñeros y arrebatadores, que no se vuelvan a Mí, porque ni Yo podré salvarlos de lo que les espera.
Mis ángeles pueden ser muy amables y justos con mis hijos, pero con mis enemigos son crueles y destructores, porque para actuar, dejan de lado la Virtud y se vuelven iguales a los que deben castigar.
De esa forma pueden descubrir la calaña de los sujetos, y saber la medida del castigo.
Mi Hijo, que no cometió delito alguno, fue ejecutado como el peor de los asesinos, por la condena de quienes veían en él, a un adversario y un fiscal severo.
No se equivocaban, pues su condición mesiánica lo obligaba a anunciar la condena de los corruptos, entregando su Vida como única forma de salvar a las víctimas inocentes.
Aunque el Dios es invisible, está controlando con sus Ángeles el desarrollo de los acon-tecimientos humanos, y asentando en la memoria universal todos los hechos, porque estos escenarios son dominios del Señor, y hay que comportarse como el dueño de casa impone.
Toda violación de su voluntad o sus Mandamientos, implica una irreverencia, y si es a sabiendas y plena conciencia, se convierte en un ataque y una agresión a mi Entidad.
Puedo perdonar muchas cosas, pero la negación de lo Obvio, es necedad agravada por la inteligencia, lo que constituye algo imperdonable para el Dios.
Hay muchos que están conmigo, otros se vuelven y son perdonados porque su pecado no fue avieso ni actuaron con maldad, sino inconscientemente y sin tener en cuenta mis Mandamientos.
Pero los que actúan malévolamente conociendo las consecuencias de sus actos sobre sus hermanos, sabiendo que están afectando las posibilidades de desarrollo y la dignidad de un gran número de Criaturas semejantes a ellos, pero menos aptos, esos serán entregados a manos del Impío, que les hará sufrir las consecuencias de sus conductas despreciables.
El Dios con sólo ignorarlos, los hará caer en desgracia, una desgracia que nadie desearía ni siquiera para sus enemigos.
Para el Dios es fácil reconocer a quienes lo aman, pues la Luz de la Divinidad le sale por los ojos, y así sabe cuales son de Él.
Pero los que lo niegan o intentan burlarse de la Entidad, tienen los ojos opacos, y miran-do a través de ellos, sólo se divisan tinieblas.
Terruño necesita de una autorización que al día de hoy es un clamor de la Especie, para escapar de las situaciones de extrema injusticia y de la insensibilidad de los Líderes del Mundo.
El Reino ha sido invadido por depredadores que lo están desquiciando, en un ataque planificado y diseñado especialmente, y tal parece que aquí no hay culpables por las situaciones de marginación e inmersión en la miseria de la mayor parte de los Seres Humanos.
La Criatura que fue instalada en un medio especialmente apto para la vida, enriquecido con la presencia de animales y plantas que le servirían de alimento, hoy viene a sufrir y penar, por la codicia de los que el Señor ha puesto como administradores transitorios de los bienes de sus hijos.
Aquí no hay misterios, algunos están usurpando y haciendo un mal uso de las Facultades que les he concedido.
Son malos y están sometiendo a los demás, a condiciones que no estaban previstas en el Divino Diseño.
Han tergiversado mis planes, desviando los recursos y los bienes que debían compartir, convirtiéndolos en bienes propios, propiedad privada o dinero que va a parar a sus arcas.
Así han convertido la superficie planetaria en territorios y parcelas de uso exclusivo, que están vedadas al uso de las grandes mayorías.
Estos desequilibrios sólo producen dolor y sufrimiento a los menos aptos.
Estas conductas imperdonables, a su tiempo serán reprimidas, mientras tanto mis buenos hijos, deben consolarse en la Divinidad.
Yo enviaré al Espíritu Santo, para mejorar las condiciones que requieran especial atención, y aceptaré la ayuda de todos los que quieran colaborar con el Dios para arreglar la trama social, haciendo un reacomodo de las piezas.
Mientras todas estas cosas van a ir sucediendo, serán bienvenidos a mi Reino los que voluntariamen-te y por amor, se vuelvan a Dios.
Todos los que están padeciendo, descubrirán que su Dios, es un Dios benevolente y misericordioso, y que a los que le piden, para salir de situaciones de injusticia, les da.
Los que simulan para recibir, recibirán lo que no esperan, porque el Dios no es estúpido, y sus Ángeles vigilan muy bien a cada criatura.
Si quieren adelantar camino, buscando una forma de defenderse de los peligros que acechan en las sociedades modernas, recuerden que el Reino de Dios ya está instalado entre ustedes, pues mi hijo entregó la vida, para que las personas pudieran salvarse.
Esta actitud mesiánica, les da la posibilidad de morar en la tierra, bajo la soberanía del Señor, cambiando sus conductas, sus procederes y sus pensamientos.
Así estarán viviendo en mi Reino, dondequiera que vayan, aún entre los negadores y los burladores del Dios.
Los míos, no serán atacados ni agredidos por esos, pues al pronunciar mi nombre, desis-tirán de sus intenciones, y por el bien de ellos, es mejor que así lo hagan.
El Poder infunde respeto aún entre los espíritus malignos.
Porque no es posible burlarse, sin recibir atroces castigos, aunque parezcan despropor-cionados.
Al castigar a los transgresores, el Dueño del recinto está protegiendo a sus buenos hijos, y sentando precedente para disuadir a los que se preparan a imitar a los despreciables.
No hay lugar en el Reino para la falta de respeto ni la irreverencia, tampoco en el Mundo Real, y eso ayudará a los míos a triunfar sobre mis enemigos.
Tengo muy buenas nuevas para los que me aman, me siguen y me respetan, haciendo co-nocer su condición a los demás integrantes de las Sociedades.
Esos que promueven el Reino y la Soberanía del Señor predicando con el ejemplo, no puedo menos que adjudicarles lugares junto a mis Ángeles en el Cielo.
El Reino ya está instalado.
Los que quieran ingresar en él, deberán pedir mi autorización, y mediante señales, yo les haré saber cuando estén transitando por mis dominios soberanos.
La sensación de bienestar y alegría de los que allí entran, es manifiesta, cambiando su si-tuación y su condición de vida.
El Dios va cambiando con el tiempo su modo de actuar, y se acerca el momento de hacer un nuevo pacto con los tercos, incrédulos y tozudos habitantes del mundo.
Mi Hijo volverá a poner las cosas en su lugar, para terminar las situaciones que comprometen la suerte y el porvenir de los futuros humanos.
El vaso se ha ido llenando, y hoy mi paciencia se desborda ante la irreverencia, la negación y la burla.
La Vida, como fenómeno efímero, va llegando a su fin, por un proceso semejante a lo que los humanos consideran como “Vida Útil”.
Cuando las cosas se escapan de mi control, ese rasero es infalible para detener la violación y el incumplimiento de los Mandamientos y los Pactos.
El Señor considera muy seriamente la existencia de la Criatura, y se enoja con aquellos que cambian las reglas del juego natural, en su empeño de obtener beneficios personales.
Aún las pequeñas cosas y los objetos son importantes en la Creación; cuánto más los se-res vivientes y los animales.
Los racionales son la culminación de un esfuerzo que no dio los frutos que yo esperaba obtener.
Las intenciones primarias de crear un vigilante a nivel superficial, en quien pudiera confiar el cuidado de todos los seres y las cosas del planeta, se vieron frustradas por la codicia y la falta de reconocimiento de una misión implícita en el privilegio vital.
Los que estaban para cuidar lo mío, se hicieron dueños de todos los escenarios terrenos, invadiendo las zonas que pertenecían a otros seres.
Mataron, talaron, arrasaron, bombardearon, y eliminaron a la mayoría de las Especies con las cuales vinieron a compartir los escenarios.
Haciendo uso de Facultades extraordinarias, sometieron a los seres menos aptos y les arrebataron sus territorios, cuando su obligación era protegerlos y ayudarlos en sus tareas de supervivencia.
En suma, el camino humano a nivel superficial, ha sido una marcha continua en contra de la corriente, para hacer fracasar mis planes primordiales, que marcaban lo contrario a lo que hicieron.
La Inteligencia y el Razonamiento no les sirvieron ni siquiera para vislumbrar un sendero diferente al de su fechoría.
Sus atributos y sus dones, lo confundieron, y se creyó un semidiós: nada más alejado de su humilde condición de criatura desvalida e indefensa.
Por eso esta actuación humana en el teatro terreno, debe terminar, con el menor daño para los otros seres y las cosas.
Si la desaparición de los indeseables fuera incruenta, me sentiría complacido, pero para esto deberán ayudarme mis buenos hijos.
Un cataclismo en el Reino, no sería bueno para ellos ni para los míos.
Lo ideal es que se vayan naturalmente, eliminados por la decadencia, la enfermedad y los accidentes en los cuales la naturaleza cobra vidas en forma sorpresiva.
El descubrimiento y la toma de conciencia adecuada para dejar definitivamente instalado el Reino de Dios, requiere de hijos valientes, que lleven ese conocimiento a las demás personas, ciudadanos del mundo, que por su naturaleza humana, se opondrán instintivamente a toda idea que implique un renunciamiento a todo beneficio o privilegio personal.
Los privilegios personales durarán lo que su vida, en cambio morar en el Reino, no tiene comparación a ningún privilegio terreno.
De una sola forma se puede llegar a allí, y esa forma es cerrando los ojos y renunciando al Compromiso Real y sus imperiosas obligaciones.
Terruño se encuentra en el interior de cada uno de mis hijos.
A ese mundo, entrarán los míos, los que voluntariamente acepten al Señor como Sobe-rano, y los que opten por un futuro cierto en mi Reino.
Todos los que me conocen, saben de mi bondad.
En Mi Reino, la soberanía es ejercida por la Divina Trinidad.
El Padre manda, el hijo cura, y el Espíritu Santo beneficia y mejora.
Toda Criatura terrena podrá hallar el ansiado paraíso, donde la justicia es omnipresente, y nadie aspira a más, porque lo tiene todo.
Los Seres superiores atienden solícitamente a los que están por debajo, y todos están muy conformes con su posición en el escalafón.
El Dios es justo y necesario en este universo mineral, vetado al tránsito de los seres vi-vos.
El tamaño y la letalidad de los espacios intergalácticos, deberían poner sobre aviso a los que niegan y rebaten las explicaciones de lo obvio: el Dios existe y es el Creador.
La base de todo el edificio real, es abstracta, y la realidad contundente de los negadores, es aparente.
Ustedes viven en uno de mis sueños, el sueño real.
El Pensamiento es tan poderoso, que asigna discrecionalidad a lo abstracto, convirtién-dolo en concreto.
Eso que los racionales considerarían un cambio de Dimensión, para el Dios es una modificación de las velocidades de desplazamiento espacial.
El cretino ser humano, quiere encontrar explicaciones para todo aquello que no alcanza a comprender con su pequeño cerebro.
El Creador no tiene porqué dar explicaciones sobre la creación a una de las criaturas de la Obra, y menos cuando se trata de la más osada, atrevida, altanera y orgullosa, que en cada acto, manifiesta un deseo incontenible de usar facultades y atributos en competir y someter a sus hermanos menos aptos.
Los tiempos llegan a su fin, y abriré la mente de los que me consideran con amor y seriedad.
Muchas serán las pruebas que les pondré a los aspirantes a ingresar al Reino, pero les aseguro que la aptitud no pasa por las facultades y los dones que yo les concedí, sino por la carga de Virtud que pueda comprobar en ellos.
Aquellos que intenten llegar cargados con títulos, honores y fortuna, más vale que se dirijan a otros lugares, pues en mi Reino no hay lugar para los que han usurpado y arrebatado los bienes y las posibilidades que primordialmente eran para todos los seres vivos.
Los que se sientan representantes del Señor en la tierra, deberán acreditar su autorización, lo que no será posible, pues el único autorizado es mi Hijo.
Así que si tienen ideas, denlas a conocer, para que los demás humanos puedan tener una visión de cómo salvarse, o por lo menos acercarse a una posible salvación.
El ingreso a Terruño es una de las posibilidades, pues se convertiría en una posta previa, que habilitaría un territorio que ya existe en el Reino, pero que cambiaría de soberanía y de soberano, recibiendo la luz, directamente de la Entidad.
Este beneficio asombroso, ya está habilitado para mis buenos hijos.
El inmenso Amor de su Dios, intentará cubrir a todas sus criaturas, aunque mucho me temo que muchos no podrán llegar a Terruño, porque han elegido caminos fáciles, llenos de tentación y pecado, que solo constituyen desvíos que conducen a las tinieblas.
A los que avanzan por esos caminos, sabiendo a donde llevan, no los puedo salvar, por que mi hijo entregó su vida en un martirio que apuntaba a fines más nobles.
El Mesías vino a salvar a otros, las víctimas de los que lo mataron a Él.
Esto es tan simple que puede ser comprendido por necios y tozudos, aunque ellos no estén preparados para encarar el camino al Cielo.
El acosado, el sometido, el explotado, el torturado, y el que sufre por volverse a Dios, pídanle al Padre Celestial, que él los librará de esas situaciones.
El Dios no regala, y para recibir ayuda, debe mediar un pedido solicitando ser asistido, eso desata los mecanismos de auxilio.
La Entidad concede y asigna al que solicita, con el fin de que los beneficios se repartan entre sus hijos.
Los Dones y las Facultades, son privilegios dados a algunos, para comprobar su esencia, y controlar el acto en que se emplean.
Aunque para algunos será muy fácil llegar al Cielo, y para otros imposible, en el intermedio hay millones buscando caminos.
A esos hay que ayudarlos y guiarlos por los senderos correctos, y la llegada a Terruño es abordar la primera posta para descanso y solaz, donde se saca la escoria y la resaca social, y se prepara a la criatura para enfrentar un camino seguro y cierto.
Terruño es una isla, que marca la frontera entre el mundo real y los territorios soberanos del Señor.
Ningún mortal racional o no, puede siquiera imaginar la bondad de habitar ese nirvana.
El bienestar y el éxtasis acompañan en forma permanente a quienes moran en los domi-nios exclusivos del Señor, donde el Hijo y sus ángeles controlan y atienden solícitamente, y el Espíritu Santo baña con sus efluvios siempre mejorando y dando dicha y felicidad.
Allí ya llega la Luz, y se abandonan las tinieblas y la incertidumbre.
No es necesario llegar al final del túnel, con Terruño se hace posible ingresar al Reino en vida.
Este es un instrumento que no estuvo al alcance de las anteriores generaciones, porque el Dios va cambiando el modo de salvar a su criatura.
Cristo es el camino, la verdad y la vida, y el regente de Terruño.
Aquellos que lo reconozcan, lo respeten y lo amen, cumpliendo lo mejor que puedan con su doctrina y su ejemplo, ya están en Terruño, aunque se encuentren inmersos en esas civilizaciones plagadas de tentaciones, trampas, engaños, mentiras e hipocresía.
Aunque mi Luz aún no llega hasta allí, el resplandor alcanza a los míos.
Esos, si no ceden ni se dejan doblegar, aceptando y reconociendo mi Entidad, se hacen acreedores a ser considerados como pertenecientes a Terruño, por la Santísima Trinidad.
No olviden que todo lo que existe es mío.
Las cosas no pueden negar al Creador porque no piensan y son mías por mi Voluntad.
Pero los seres racionales sólo son míos, cuando ellos lo deciden.
Sólo los que me niegan y no me reconocen, pierden el derecho de ingresar a Terruño, y su derrotero por el recinto, tiene destinos muy diferentes, porque así lo han querido ellos.
Yo no hice la Criatura para destruirla.
La hice para que me diera satisfacciones y fuera mi compañera y mi amiga, colaborando en el mantenimiento del orden en la superficie planetaria, ayudando a los demás moradores
en sus tareas de supervivencia y reproducción.
Pero sus facultades y atributos, que deberían permitirle vislumbrar a la Divinidad, ape-nas aprendió a usarlos para su propia supervivencia, y someter a aquellos que están en infe-rioridad de condiciones.
En las Escrituras no hay recomendaciones para este uso indebido de esos dones y privilegios, por lo que constituyen actos que degradan a quienes los cometen.
El Dios legó sus Mandamientos, Jesús predicó con el ejemplo y fue muy claro al explicar quienes entrarán al Reino; el Espíritu Santo recibirá con regocijo a quienes se vuelvan a Él con Amor.
La Misión es un camino que debe transitarse cuidadosamente, evitando todo desvío o abordaje a zonas prohibidas.
Las inteligentes generaciones de hoy, conocen perfectamente qué es lo bueno y qué lo malo.
Esto significa que está preparados para encarar el camino, o perderse en los vericuetos que llevan a las tinieblas.
Aunque la Luz está a la vista, algunos eligen a conciencia las tinieblas.
El destino de las personas, al fin y al cabo, está en mano propia.
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