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[C:409621]

01
Hacía bastante tiempo que Julio se sentía cansado.
El dinero no alcanzaba y debía trabajar tiempo extra.
De regreso del trabajo, cruzaba diariamente el Gran Parque.
Nunca se detenía en sus bancos, pues la vorágine ciudadana exigía prisa y efi-ciencia; así que siempre seguía sin detenerse.
Ese día, obedeciendo a un pedido de su cuerpo, realizaría un alto, que luego se convertiría en costumbre
El simple hecho de detenerse cada día unos minutos, con la intención de reponer energías, lo llevaría a protagonizar acontecimientos insólitos.
El contacto con ese entorno seminatural, de árboles y césped, le traía una paz interior que le hacía descansar y olvidar los problemas.
La posibilidad de verse rodeado de floresta en medio de la Selva de Cemento, era un privilegio que recién descubría.
Pensar que se había perdido todo eso por correr tras el Dinero; pero era hora de comenzar a pensar en él.
En este periplo diario y transitorio, recalaba preferentemente en un banco deter-minado, y habitualmente, a la misma hora.
Se convirtió en veedor, fiscal y juez, de las conductas de los personajes que discu-rrían por los alrededores.
Observó que las personas, son esclavas y víctimas de la Civilización, de los Tiempos Sociales y de los muy tiranos e inflexibles horarios laborales.
Descubrió que los Individuos pueden correr desesperados cuando se les hace tarde y no llegan, y quedar desolados ante un transporte que pasó un poco anticipado.
De los transeúntes que pasaban, ni uno se detenía a deleitarse en la contemplación de la Maravilla Natural.
La principal preocupación era el Reloj.
El paso apurado, y la expresión nerviosa y tensa de los rostros, le decían que esas personas no eran felices.
Contemplaba con dolor a los menesterosos y los desposeídos.
Y Pensaba :“Quién sabe que circunstancias tristes han llevado a estas personas a caer en situaciones tan terribles”.
La presencia inquietante de los bichicomes, le infundía una gran compasión.
Sentía un gran respeto por esas personas, que aceptaban condiciones en las cua-les el no podría sobrevivir.
Existían diferencias extremadamente grandes entre esos seres, y los acaudalados Señores que, a bordo de coches muy modernos, pasaban raudamente a su lado, sin re-parar en aquellos marginados económicos, o los miraban con aire despreciativo.
Era curioso, a la hora que él llegaba, que era aproximadamente la misma, y du-rante los minutos que permanecía, desfilaban casi siempre los mismos personajes.
Y efectuaban cada cual su ritual acostumbrado.
El señor que traía el perro a retozar y hacer sus necesidades.
La chica que pasaba corriendo para entrar al otro trabajo, el vigilante desconfia-do que lo miraba de lejos, etc., etc...
Y ese niño impertinente, siempre munido de pelota y paleta, en una parodia de ju-gador de Tenis, que terminaba en groseras chambonadas y algún pelotazo ultrainten-cional.
Todo era como una familia.
Los ocasionales paseantes, no formaban parte de ella, eran algo así como visitan-tes.
Dentro de la familia, estaban los árboles, las aves, los animales y los objetos del vecindario.
Cuando alguien faltaba, es posible que todos lo notaran, y cundía una cierta in-quietud por el ausente.
Todas estas cosas las fue aprendiendo con el tiempo, y se fue integrando a esta nueva familia.


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El primer día que llegó, ya lo vio.
Era un integrante importante de la familia.
Sin dudas vivía en las cercanías desde mucho tiempo atrás.
Hacía cinco minutos que estaba sentado, cuando sintió el zumbido.
Un Abejorro Listado, de los más grandes que existen, gordo y rechoncho.
Daba muestras de una potencia que impresionaba, volando en círculos alrededor del intruso, y Julio se puso en guardia, pues en una oportunidad fue atacado por un Mangangá negro, y sabía de su temeridad y su doloroso veneno.
Pero este no atacó, solamente lo reconoció y partió con otros destinos.
Con el transcurso del tiempo, comprobó que el bicho aparecía diariamente, y dis-curría entre pobladores permanentes y ocasionales.
Esquivando viandazos, manotazos, paletazos y otros envíos, que eludía con armo-niosas acrobacias.
Julio se había encariñado con su familia.
A las pocas semanas, ayudaba con óbolos diarios a dos ancianos y una anciana que deambulaban por los lares.
Llevaba alimento para las palomas y gorriones, y también para algún perrito abandonado.
Invariablemente aparecía el Abejorro, aunque ya no lo controlaba.
Era como si lo hubiera aceptado, dedicaba su tiempo a volar entre las plantas y a controlar a otras personas, que generalmente se aterrorizaban ante su presencia.
Así transcurrieron los días y las semanas, todos cumpliendo su avatar existencial.
Se aproximaba el Invierno, y anunciaban su llegada unos días muy fríos que se le anticiparon.
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Esa tarde llegó un rato antes de lo acostumbrado.
El Abejorro se le acercó lentamente y de frente, quedando detenido en el aire.
Ambos se observaban como con curiosidad, y los hechos se precipitaron.
El niño que miraba la escena desde un lugar cercano, tomó carrera, y utilizando al Abejorro como pelota, acertó una bolea, que proyectó al bicho contra un árbol pró-ximo.
- “¡Niño !, ¿porqué has hecho eso ? ! ! !”
- Es que hace mucho tiempo que deseaba hacerlo !.
La explicación fue clara y concisa, el muchacho lo había intentado ¡tantas veces!, esa oportunidad era casi única...
Julio quedó desconcertado, un integrante de la familia había sido agredido, en un acto alevoso, pero irreprochable.
El agresor era inimputable, y el agredido, un simple insecto potencialmente peli-groso.
El infante, impulsado por el éxito, arremetió nuevamente contra el insecto.
Pero Julio lo detuvo:
- “Alto niño ! ! !, esa fue la mejor bolea de tu vida !!!. No la estropees destruyen-do la pelota.
- Está bien, ¡chau !.
- Adiós muchacho.
Julio suspiró cuando el chico desapareció.
Acudió prestamente a auxiliar al Abejorro.
El bicho estaba tieso con las patas hacia arriba, y Julio pensaba: “Estos bichos son muy duros, no puede estar muerto”.
Lo tomó suavemente de una pata, y lo depositó en una hendidura de la corteza, lejos del alcance de potenciales depredadores.
Esa noche hubo un gran temporal de viento y agua, pero a la hora del descanso, amainó.
Caminó directo hacia el árbol donde dejó el insecto, y descubrió con sorpresa que ya no estaba.
Claro! !, la tormenta fue grande y seguramente el agua y el viento lo arrastraron.
De pronto sintió un zumbido, y lo descubrió: estaba en el suelo, en el camino de los transeúntes, bicicletas, patines, etc. ...
De quedar allí sería aplastado por algún mastodonte.
Así que lo tomó con su pañuelo, lo envolvió en el mismo y se lo llevó para su ca-sa.
Subió al altillo, y comenzó a buscar un lugar donde depositarlo.
Lo dejaría como lo encontró, con las patas para arriba.
Si el bicho mejoraba, se pararía antes de levantar vuelo.
Fue depositado en un estante, sobre una tablita.
Obedeciendo al niño interior, le puso agua en una tapa de botella, dos o tres hojitas verdes, un poco de azúcar...
Con los avatares sociales y laborales se olvidó por unas horas del asunto.

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A los cinco días era Sábado.
Se levantó a media mañana. Abría la ventana cuando sintió el zumbido.
De repente y con gran alborozo, comenzó a dar vueltas sobre él, en un despliegue de armoniosa potencia.
Y Julio saltaba y exclamaba: “Bravo, bravo Mangangá, te salvaste, te salvas-te !!!...
El insecto quedó como flotando en el aire, por unos instantes, delante de su ros-tro, como si quisiera conservar su imagen de hombre bueno y solidario, y haciendo una pirueta como saludo, emprendió un raudo vuelo hacia la libertad.
Julio lo siguió con la mirada, y comprobó algo extraño: en lugar del vuelo bajo del Abejorro, este emprendió un viaje vertical ascendiendo siempre, hasta que se per-dió de vista en la inmensidad del cielo azul.
“Y bueno,- pensaba Julio -, será porque estuvo tan mal, que al sentirse libre qui-so volar mas alto”.
Pero aquel vuelo recto y vertical ascendente, definitivamente no era el de un abe-jorro.
Quedó desconcertado, y como con un signo de interrogación en su mente.
Pero la alegría le hizo minimizar el hecho.
Se duchó y salió a comprar provisiones.
Por la tarde fue al Parque a recorrer su territorio.
Había mucha gente desconocida, y en tales condiciones no se sentía bien.
Durante el paseo, recordó el hecho de que el paciente recuperado, fue atendido en el altillo.
Decidió volver a casa para limpiar el lugar.

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Azúcar no quedaba, las hojas desaparecieron, y un décimo del agua suministra-da.
Pero notó algo raro: era una tirilla de papel que fue recortada de una hoja cer-cana, en la que figuraba algo escrito.
El texto era demasiado pequeño como para discernirlo a simple vista.
Con la ayuda de una lupa, se dedicó a analizar la tirilla.
Aún con el mensaje delante de sus ojos, su perplejidad no le permitía creerlo.
Claramente expresaba: “Muchas gracias, Amigo, tendrás noticias nuestras”.
Eso no era siquiera un acontecimiento posible.
Intentó encontrar explicaciones mas o menos aceptables del asunto, pero no las había: ningún lapicero podría realizar un trazo tan fino y tan perfecto a esa escala.
Menos aún podría ser impreso.
Podría ser una broma, pero solo él estaba enterado del suceso.
Con un poco de temor, decidió comparar la pequeña tirilla, con el borde faltante en la hoja cercana.
No quedaba lugar a dudas: era el faltante de la hoja, fue recortado de allí.
Se tocó los brazos y la cara, como para cerciorarse de que no estaba soñando.
Entonces decidió meditar la conducta a asumir ante tan insólito acontecer.

Evidentemente no estaba seguro de nada, tenía que trabajar más con la tabla y la tirilla.
Se abocó a la adquisición de una poderosa lupa.
Este instrumento le sacó las dudas de la autenticidad del mensaje de la tirilla.
Pero, ¿ porque decía:"Tendrás noticias nuestras”, si el Abejorro era un solo ser?.
¿Qué quiso decir con esas palabras ?
Era acaso un Ser Inteligente y Racional?, tendría una personalidad múltiple?.
Pero que estaba pensando ?, acaso se estaba volviendo loco ?
Lo de la tirilla estaba bastante claro, aunque continuaba sin ser creíble.
Pero en la tabla tenía que haber más cosas.
Con la lupa no lograba aclarar unos muy pequeños gránulos dispersos.
Era necesario implementar un procedimiento de aproximación más perfecto : Un microscopio.
Para esta adquisición esperaría unas semanas, hasta que sus finanzas dieran vía libre.
Guardó meticulosamente los objetos, y los aisló del medio ambiente.
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IV
Este acontecimiento provocaría una cascada de reflexiones, que le darían una trascendente proyección a su pensamiento.
Siempre fue hombre trabajador, emprendedor y sacrificado.
Como hizo caso omiso de los consejos de un padre que lo amaba, optando por a-bandonar los estudios y comenzar una vida laboral prematura, no estaba preparado para enfrentar este suceso con la altura requerida.
Pero era hombre virtuoso, y esa condición le daría más valor en el momento a-propiado.
Entonces comenzó a volar su pensamiento.
Dice: “Tendrás noticias nuestras”, eso significa que es más de un individuo.
Podría tratarse de se de una hembra a punto de depositar sus huevos.
Tal vez en ese pluralismo se refirió a algunos integrantes de su Especie o a su fa-milia.
Pero, ¿qué estoy pensando, si solo es un insecto.
Ante estas preguntas de inciertas respuestas, decidió acelerar el trámite de adqui-sición del microscopio.
Al cabo de algunos días estaba ante sus ojos.
Era una belleza.
¡Qué increíble!, no se ni como se usa este aparato, y lo he comprado.
Aunque parece un sueño, proseguiré en mi empeño de encontrar una explicación razonable a todo este asunto.
Compró también una mesa, sobre la cual colocó un vidrio que limpió con esmero.
Acondicionó el escenario como para un Laboratorio.
Sacó el polvo y la pelusa con toallas de papel.
No era un ambiente aséptico, pero estaba muy limpio.
Antes de usar el Microscopio, le pasó un pincel nuevo, para eliminar polvo y par-tículas.
Cuando lo apoyó sobre la mesa, le surgió la idea de un Laboratorio ; se sentía un personaje.
Pensar que todo eso era de él.
Para iniciar una investigación sobre la Inteligencia de los Insectos.
No lo podía creer.
Como le gustaba hacer las cosas bien, afrontó la tarea con un protocolo inusitado.
Cuando estuvo instalado para comenzar la aproximación visual, habían transcu-rrido dos días.
Se puso una camisa blanca a modo de túnica, y un pañuelo en la cabeza para evitar la caída de cabellos y caspa.
Un par de guantes de goma, y una cantidad de pequeños instrumentos, como agu-jas, alfileres, pinzas de cejas, hojas de afeitar y otros semejantes.
El paquete con las muestras era una fortaleza, que llevó buen tiempo abrir.
Una caja y las dos primeras bolsas las abrió lejos de la mesa de trabajo, procu-rando con esmero, mantener la horizontalidad de la tabla.
Los dos últimos recintos estancos, - léase bolsas de nylon -, los retiró ya sobre el vidrio, tirando lejos los envases descartables.
Y apareció ella, desnuda, esperando para ser analizada.
Se trataba de la tabla, con su presunta carga de indicios reveladores.
Era una pequeña tablita.
Con suavidad de mariposa, la colocó debajo de la lente.
Acercó la silla, procurando una posición cómoda, pero quedaba muy bajo.
Fue por un almohadón.
-“Ahora si la posición es buena, así que veamos”.
Comenzó la delicada regulación de la lente.
-“ Pero qué pasa ? ! ! !, no se ve casi nada, no puedo enfocar bien”.
Luego de muchos intentos y con un enfoque perfecto, se dio cuenta de que faltaba lo principal : la luz.
Compró una pequeña linterna de rayo concentrado, y la enfocó justo debajo de la lente.
Ahora sí podría comenzar su labor, estaba todo preparado.
Los indicios de la Inteligencia del Insecto serían descubiertos, si estaban allí.

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Luego de ingentes trabajos de enfoque, donde aparentemente no había nada, comenzaron a aparecer enormes bloques de azúcar.
Eran los que fueron descartados o no se pudo llevar por muy pequeños.
Al llegar al centro de la tabla vislumbró cabos y anclajes, y en la máxima aproxi-mación divisó escaleras de madera y restos de andamios.
Evidentemente estaba ante un obrador improvisado, que por el tamaño no podía ser obra del insecto.
Los elementos eran muy pequeños. Todo era increíble y misterioso.
Estaba tan desconcertado, que decidió compartir la experiencia.
Tenía una amiga, Susana, que era técnica en un laboratorio conocido.
Mujer práctica con el Microscopio.
Le pidió que le ayudara en un análisis de muestras que le encomendaron.
Susana llegó de tarde, luego del horario de su día hábil.
Se sentó delante del Microscopio, le pidió una hoja en blanco y un lápiz.
Como un autómata anotó el día, la hora, el objeto a analizar, y más abajo : Imagen aproximada, descripción ; y al final, Conclusiones.
La mejor calibración de Julio, resultó un fuera de foco para ella.
Ajustó, ajustó y ajustó, y por fin comenzó a delinear lo que veía.
En el boceto aparecía algo parecido a una escalera, algo parecido a un banco de trabajo, y algo parecido a un andamio.
Buscó otra zona de aproximación y afinó la mira.
Comenzó a delinear la imagen y apareció el rotor de un motor o generador eléctrico y la carcasa correspondiente a su lado.
El boceto no dejaba lugar a dudas.
A medida que Susana dibujaba, Julio iba cantando las diversas partes del motor.
-“ !!Pero esto es un motor¡¡, a ver, déjame mirar...”, y confirmando exclamó: -“Por Dios!, es cierto !!. Es muy robusto, y se ve el colector y las bobinas!!.
Susana no entendía nada, y le pregunta : ¿de donde sacaste esto ?.
-“Realmente es increíble, eso lo dejó un Abejorro, aunque te parezca mentira.
- Julio esto no puede ser algo serio, no es momento para bromas, dime la verdad !!.
- Es la única verdad que tengo, lo dejó un Abejorro que salvé de una muerte segura.
Por ese día había sido suficiente.
Quedaba una incógnita en el aire, y Susana antes de retirarse le dijo : - Definitivamente, eso que salvaste, no era un Abejorro, era otra cosa.
Julio estaba cansado, pero dejaría el manejo del Microscopio en manos de Susa-na, así que no se preocupó por guardar la muestra, dejando todo montado para el día siguiente.
Esa noche meditó sobre el asunto.
Susana tal vez tenía razón, había algo raro en todo eso.
Que era un abejorro no tenía dudas, pero ¿porqué esos implementos tan pequeños?.
Evidentemente el estado en que encontró al insecto, era muy comprometido, pero la recuperación fue total.
Mas el motor, el banco de trabajo, las escaleras y andamios, ¿tendrían algo que ver en la recuperación ?.
No encontraba la forma de armar ese enigmático rompecabezas.
Sería realmente un motor lo que vieron ?, la vista no dejaba dudas: lo era.
Entonces comenzó una serie de cavilaciones.
¿No estarían allí esas cosas antes de poner el insecto?.
Acaso esa tablita no formaba parte de un escenario mayor, teatro de aconteci-mientos protagonizados por seres desconocidos y sumamente pequeños ?
Era poco probable, pues los objetos estaban en el centro de la tabla, exactamente en los alrededores del lugar donde yacía el insecto.
Se durmió vencido por el cansancio.

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VI
Al día siguiente se levantó un poco tarde, así que realizó su rutina diaria, y sin pasar por el altillo, se dirigió a sus tareas.
Desarrolló su labor, pero continuamente su pensamiento se comprometía en el análisis de los acontecimientos.
Así llegó a la siguiente conclusión : existe un escalón muy grande entre el tamaño del abejorro y los microscópicos objetos hallados.
Es evidente que los micro ingenios no fueron creados por el insecto.
Entonces ¿por quién?.
Acaso fueron usados en su recuperación?.
¿Que misterio se encierra en todo esto?.
A la hora exacta se retiró del trabajo, y encaminó sus pasos hacia su casa.
El ansia apuraba su andar.
Llegó, se duchó y ya cambiado, comenzó a subir la escalera.
Dicen que hay otros Sentidos aparte de los cinco, que nos avisan previamente, de los aconteceres lamentables o funestos.
A mitad de la escalera se sintió nervioso y le asaltó un temor.
Corrió hacia arriba, abrió la puerta y avanzó hacia donde estaba la muestra.
Las hormigas lo invadían todo.
Eran rojas y muy pequeñas. Pero ¿de donde habían salido ?.
Era algo que no estaba previsto.
Tenía que ahuyentarlas sin tocar la muestra, por ver si se había salvado algo.
Los pequeños granos de azúcar fueron el imán.
Acercó una lámpara potente a la zona, y comenzaron a disgregarse.
Revisando la muestra en el Microscopio, no distinguía nada, así que esperó la llegada de Susana.
-“Ha ocurrido un hecho lamentable”.
- Qué sucedió ?.
- “Las hormigas descubrieron la muestra”.
Susana recorría la muestra con avidez, y su rostro ansioso se iba poniendo tenso y grave.
- No dejaron nada.
- “Como pude ser tan negligente!!!”.
Eran pruebas, aunque no sabía de qué, que habían desaparecido.
Susana se retiró, asegurándole que había visto algo, aunque no sabía de qué se trataba, pero que representaban manifestaciones de inteligencia semejante a la nues-tra.
Aunque el nivel exacto era una incógnita.
Quedaba a las órdenes en caso de ser necesarios sus conocimientos y experien-cia.
Julio se sentía decepcionado por su imprevisión, y se habían esfumado sus posi-bilidades de investigación y descubrimiento.
El gran misterio que se abrió ante sus ojos, había desaparecido.
Solo quedaba el recuerdo de lo que vieron.
Lamentó profundamente lo acontecido, y le invadió una gran depresión que le duraría varios días.
Continuó su camino vital un poco bajoneado, pero al cabo de algún tiempo, superó el percance.
Había dejado de concurrir al Parque, así que reinició su cita diaria y volvió a la normalidad.
Nuevamente el desfile de los personajes habituales, mas dos o tres nuevos que no conocía.
Era como volver de un viaje.
Esta vez no fue controlado por ningún Mangangá.
Un importante personaje había salido de escena.
Oteaba los alrededores como intentando descubrirlo, pero se había perdido un importante miembro de la familia.
El niño impertinente continuaba su parodia; él era el causante de esa ausencia, pero era un niño, y qué le vamos a hacer, son cosas que pasan.
El Invierno cubría la Ciudad.
No volvería a ver otros Mangangás, hasta la próxima Primavera.
Solo deseaba que aquel Ser que pudo ayudar y poner a salvo, continuara su recu-peración, en un lugar adecuado, y que el tiempo le hubiese alcanzado, para juntar pro-visiones para el Invierno.
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La estación fue muy cruda, fueron pocos los días de sol.
Pero nosotros los Humanos, debemos continuar las labores como si todos los días fueran buenos.
El fin de semana se presentaba radiante.
Se despertó ese domingo, con el resplandor de un cielo claro y luminoso.
Corrió las cortinas de la ventana, y pasó una franela para que la luz invadiera, pero no la abrió porque estaba fresco.
Encendió el receptor de radio y escuchaba música suave, cuando ocurrió.
El receptor entrecortaba la transmisión, como si hubiera un falso contacto, hasta que la música cesó, y una suave voz comenzó a contar un cuento :“Érase una vez un señor, que concurría diariamente a un parque.
Habíase hecho amigo de un Abejorro. Ambos se apreciaban y admiraban..."
Julio adivinó una doble intención en ese mensaje que continuó: “Hasta que un desaprensivo Infante, atentó contra el Insecto, que cayó muy mal herido”...
Julio escuchaba atentamente: “El Amigo Humano en una demostración de virtuosismo que no es habitual en la Especie, auxilió en un primer intento al Abejorro.
Las condiciones climatológicas complicaron la situación del Insecto, por lo que el Amigo Humano lo llevó a su casa, brindándole alimento y abrigo hasta su recuperación”.
Entonces comprendió; levantó la radio y comentó: Es el Mangangá que me habla y le contestó a la radio.
-“Aquí estoy Mangangá, te escucho”.
El receptor continuó: - Te prometimos que tendrías noticias nuestras, y aquí estamos para agradecerte.
- “Puedo preguntar?.”
- Pregunta.
- “Porqué hablas en plural?”.
- La explicación es un poco larga, pero si estás dispuesto a escuchar, te la daremos.
- “Escucho”.
- En realidad el Insecto es nuestro vehículo, nosotros somos seres casi invisibles para ti.
- “¿Cómo pueden salir por el receptor?.
- Tenemos un emisor dirigido a él, que bloquea además las otras señales
- “¿Dónde se encuentran?.
- Detrás de ti.
Julio se dio vuelta, y allí estaba el Mangangá, parado sobre el marco de la ventana, del lado de afuera.
Era el mismo.
Entonces todo estaba claro, ahora sí cerraban todas las incógnitas y se termina-ba el misterio.
En realidad el diálogo recién comenzaba.
Julio abrió la ventana.
El Abejorro entró y se estacionó en una repisa, Julio se recostó y comenzó una interesante sesión.
-“Cómo es posible que conozcan tan bien nuestro idioma?”.
- Hace mucho tiempo que estamos en el Planeta y hemos seguido la Evolución Humana muy de cerca.
Conocemos todos los Idiomas que existen, y los que han existido.
-¿”Cómo pudieron construir una Nave que semeja un perfecto insecto?”.
- Es realmente un insecto, con sus funciones vitales intactas.
- “ No es posible gobernar a un insecto, ¿cómo lo hacen?”.
- Hemos intervenido sus Centros Nerviosos, y obedece a los impulsos de una Unidad de Comando electrónica, que establece las órdenes de marcha itinerarios y destinos.
Durante el vuelo responde a sus propios Sentidos.
- “No es posible para nosotros domesticar un insecto”.
- Está bien alimentado, limpio y en estado de éxtasis.
- Muy conforme con su condición.
-“Pueden hacer lo mismo con cualquier animal?”.
- Con cualquier Insecto.
- “¿Porqué me eligieron a mi para este contacto?”.
- Porque has demostrado ser un hombre virtuoso y nos salvaste de perecer.
- “Solo salvé a un insecto”.
- Sabemos que de conocer nuestra existencia también nos habrías salvado.
- “Con mayor razón”. “Porqué volvieron ?”.
-Fuimos autorizados por el Consejo Comandador, a mostrarte nuestro agradeci-miento.
- “¿En qué forma ?”.
- Contestaremos todas las preguntas que nos formules.
- “¿Porqué volaron verticalmente hacia arriba cuando abandonaron mi casa “ ?.
- Fuimos a la Nave Madre, a reponer un generador que se estropeó con el golpe.
Entonces Julio recordó la imagen de la máquina desarmada y abandonada.
No era un sueño, todo estaba ocurriendo en realidad.
Se le presentaba una oportunidad única.
Se propuso averiguar el nivel de sus conocimientos.
- “Son Seres aislados o forman parte de una Civilización ?”.
- Somos seres integrantes de una Civilización más avanzada que la tuya.
- “Son de la Tierra ?”.
- Nuestros Orígenes se ubican en un planeta lejano de otro sistema estelar.
- ¿”Así que existe Vida extraterrestre ?”.
- La vida es un Fenómeno Universal.
El Universo entero reboza de Vida e Inteligencia.
Nuestra Civilización es local y abarca tres Sistemas, pero los Centros Inteligentes abarcan amplias zonas de la Galaxia y reportan a la Entidad.
- “¿Y qué son los Centros Inteligentes ?”.
- Las Células de la Entidad, son elementos primordiales.
- Lo que ustedes llamarían los Hijos del Dios.
- “Pero Dios tiene más de un Hijo ?”.
- Tiene muchos
- “Cristo es su único Hijo”.
- Humano.
- “¿Cual es la diferencia entre el Cristo, ustedes y nosotros?”.
- Los Humanos y nosotros, somos Semillas encarnadas.
Unidades de Poder que estamos siendo probadas.
El Cristo es el Poder hecho carne, y rinde directo a la Entidad.
Es el Nódulo Local, pleno de Poder y Gloria Divinas.
Es un Desprendimiento de la Entidad y Patrón de la Galaxia.
El Camino a la Verdad y el Conocimiento Profundo, y la puerta a la Dimensión de la Luz.
- “Creo que es suficiente. Tenía una idea aproximada, aunque no tan profunda".

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VIII

Julio presentía que estaba ante una Civilización de vanguardia.
- “¿Qué tan avanzados están?”.
- Hace un millón de vuestros años, estábamos a vuestra altura.
- “Descríbanme que es una Computadora”.
- Para nosotros una Computadora es un bloque de sílice procesado convenientemente.
- “Y eso qué significa?”.
- El bloque de sílice es atacado químicamente en lugares previamente diseñados, perforado con lasers para establecer las líneas superconductoras y los componentes discretos, en procesos de crecimiento, deposición, hibridación, bombardeo y otros.
El producto es una máquina perfecta que cumple, ampliadas, las funciones del Cerebro, y va provista de un Centro de Memoria de gran capacidad, constituido por materiales de alta permeabilidad magnética, apoyados por fuentes radioactivas.
Eso era más de lo que esperaba Julio.
Con un grano de arena, construían un ingenio mucho más potente que la mayor de las computadoras conocidas.
Pero Julio quería saber otras cosas.
- “Pienso que esas máquinas les dejarán buenos dividendos”.
- Nuestras acciones no están dirigidas a la obtención de beneficios económicos ni sociales. En nuestra Sociedad, el Dinero fue abolido hace mucho tiempo.
Nuestros móviles son el Bienestar y el perfeccionamiento de la Especie.
- “Pero una Sociedad sin Dinero es inconcebible”.
- Es inconcebible para los Humanos Terráqueos, pero en las Sociedades más avanzadas no existe el Dinero.
- “¿Y cómo se llega a esa etapa?”.
- Es por un proceso de perfeccionamiento gradual, a medida que los individuos poco virtuosos son sustituidos por seres mejorados genéticamente, en un proceso natu-ral.
Es Facultad de la Semilla, mejorar gradualmente su Esencia.
- “¿Cómo podríamos empezar?”.
- El proceso puede ser ayudado con la Información y la Sugestión.
La Información pone en conocimiento de los individuos, las Virtudes y los Dones.
La Sugestión implica un pedido muy sincero de que sean aplicadas por la Sociedad toda, apoyada por frases, refranes, y la divulgación de los actos relevantes.
- “Pero las Virtudes y los Dones todos los conocemos”
- Dinos el nombre de diez Virtudes y nos iremos, pues hemos considerado equivocadamente la naturaleza humana.
- “Bondad, Amor, Generosidad, Solidaridad...
- Esto demuestra que no están preparados para iniciar transformación alguna.
- “Y cuales son las Virtudes”.
- Entre otras puedes destacar: Bondad, Amor, Generosidad, Solidaridad, Lealtad Compasión, Caridad, Resignación, Perdón, Humildad, Paciencia, Honestidad, Sinceridad, Serenidad,...
Y los Dones: Inteligencia, Fuerza, Destreza, Valentía, Temeridad, Artes, Habilidades...
Esas son las herramientas que te abrirán el camino agradable a la Entidad.
Así la Buena Semilla es seleccionada y promovida a estratos superiores.
-“Está bien, supongamos que llega el momento en que todos los seres humanos son buenos y correctos: ¿Cómo harán para obtener su sustento, si los poco virtuosos se llevan todo el Dinero.
- El secreto de la desaparición del Dinero está en la planificación de las tareas y el perfeccionamiento de los seres.
Antes del nacimiento, un individuo, ya tendrá sus responsabilidades sociales asignadas, con dos o tres opciones.
Además según las necesidades se determinan los sexos.
Los nuevos seres son programados sin la influencia de sus progenitores, y se les prepara para el cumplimiento de su función específica.
Cada individuo recibe los insumos y enseres necesarios para su supervivencia y una existencia confortable.
Las diferencias son marcadas por los niveles de producción individuales, y la Inteligencia promueve los cambios de status.
No se da el caso de que Seres no aptos, sean poseedores de grandes Fortunas, ni Señores de Pueblos o Países.
Las Virtudes reinan, y los Dones premian y promueven.
No hay Dinero, Propiedad Privada, Derechos ni Herencias.
Lo que cada Individuo logra, depende de su condición intrínseca, y de su Esencia.
No hay Privilegiados ni Elegidos, y cada cual llega a la altura de sus posibilidades.
- "Pero eso es la Perfección".
- La Perfección es privativa de la Entidad.
- Es tarea de la Semilla, tratar de alcanzarla.
-" Sé que no es posible cambiar la mentalidad de la Especie de un día para el otro, pero, ¿qué puedo hacer yo, para asemejarme a ustedes?”.
- Escucha atentamente: te daremos las bases del Mejoramiento Personal.
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-.IX.-

1) Aún tienes la Vida. Compórtate de forma que puedas merecer vivir el día siguiente.
2) Cuida amorosamente de tu Cuerpo.
Es una Obra de Ingeniería única e irrepetible, que te ha sido asignada, sin pedirte nada a cambio.
3) Atiende con premura los síntomas de enfermedad.
El cuerpo es tu vehículo y la herramienta que te comunica con el entorno.
Tú eres el responsable de que no sea agredido.
Recuerda que tu no lo hiciste, así que no te pertenece, pues ni has pagado tributo por él.
4) Despierta cada mañana con alegría, tienes un día más para intentar mejorar y aprender cosas.
Es otra oportunidad de perfeccionarte, no la entregues al Ocio, ni al Sueño.
Procura que en tu Proceso Vital, las acciones no estén todas dirigidas a la obtención de Beneficios Económicos o Posiciones Sociales.
5) Acostúmbrate a realizar también algunas acciones que traigan satisfacción a tu Espíritu, y tranquilicen tu Conciencia.
6) Nunca le temas al Trabajo ni al Esfuerzo Físico.
Estos dignifican al Hombre, mejoran su performance y lo hacen competitivo.
El Dinero fruto del Trabajo y del Sacrificio, será punto a favor en el balance final de tu Vida.
Es la demostración de que te has esforzado y has mejorado.
7) Actúa siempre como si estuvieras ante una Platea.
Que tu Conducta y tus Actos dignifiquen a tu Persona.
8) Respeta siempre al prójimo, no olvides que es tu hermano, y estás tratando con otro hijo de Dios.
9) Juzga a las personas, más que por sus posesiones o posiciones, por sus Inten-ciones, Acciones y Realizaciones.
10) Admira al que es Bueno y Solidario, y comparte su Pan con el que tiene menos.
Trata de ser como él.
11) Procura ser Diligente, Emprendedor y Activo.
No recibas consejo del Holgazán, el Ocioso, ni del Vicioso.
12) Construye tu propio futuro en base al Trabajo y el Sacrificio, sin escuchar las críticas del Ignorante, el Necio y el Envidioso.
13)Recuerda que todo poder y toda gloria terrenas, son efímeros.
Obra en consecuencia.
14)Con la aplicación de las Virtudes, recrearás cada día una nueva Sensación de Bienestar, cuando ese Bienestar sea continuo, te estarás acercando a la Perfección.
15) El Creador sufre con tu Defecto, y quiere respuestas positivas de su Criatura. Actúa como un hijo bueno.

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- Si puedes cumplir con regularidad estos ítems, en esa misma medida te estarás acercando a nosotros, pero recuerda por sobre todas las cosas, que todos los seres deben agradar al Creador con sus conductas.
No nos tomes como ejemplo, pues tienes el mejor ejemplo en la propia Historia Humana: El Cristo.
EL también es nuestro Guía, pues su comportamiento inspira aún a los integrantes de las Civilizaciones más próximas a la Perfección.
Es el Representante del Pensamiento Universal, el que abre el camino a las etapas superiores de cada Especie.
El tiene las llaves de todas las puertas dimensionales.
Marca el Sendero a lo Verdadero, acercándonos a la Entidad.
Es el Integrador Local.
-“Es posible comunicarse directamente con Él?”.
- Ha vencido nuestro tiempo y debemos partir, a iniciar tareas de abastecimiento y polinización en cultivos lejanos.
Si sigues nuestros consejos, algún día nos volveremos a encontrar, y será en acontecimientos muy gratos para todos los presentes.
Ama a tu Dios como has demostrado amar a los seres que te rodean, que El despejará e iluminará tu camino.
Tienes la oportunidad de acceder al próximo Escalón Dimensional enriquecido con las Virtudes que puedas descubrir en ti.
- “Les deseo mucha Suerte y Ventura y cuídense de las paletas de los tenistas”.
- Hasta pronto Hermano en la Creación.
- “Hasta pronto Hermanos”.

FIN



Texto agregado el 17-06-2009, y leído por 147 visitantes. (1 voto)


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