Dos arañas estaban en un mismo árbol tejiendo su tela.Ambas estaban muy cerca la una de la otra, una era más grande que la otra y llevaba mucho tiempo tejiendo su red, la otra llevaba poco tiempo y su tela era más pequeña.
Sin darse cuenta ambas se iban aproximando la una a la otra, entreviendo que en el otro lado de la rama había un insecto como posible manjar.
Ambas pusieron sus moscas para que ese otro insecto cayera en su trampa,sin intuir que el otro insecto era una araña también.
Después de mucho observarse y caminar en circulos, persiguéndose la una a la otra, se entremezclaron sus telas y su caminar en circulo había quedado entrecortado, podían haberse obviado y fijarse en otros insectos que iban cayendo en sus hilos.. Pero en vez de eso obstinadas, prefirieron seguir intentando comerse la una a la otra, pues ambas eran para la otra el insecto más grande que habían visto.
Con sus caminos entrecortados en circulos se quedaron en paralelo y aunque una era más grande, la otra era más veloz, aunque una era más lista, la otra era más sabia y así sucesivamente iba pasando el tiempo. Poco a poco la obsesión de ambas en la otra era tan grande que ni tejían otra red ni mantenían la nueva.
Al final un día la red, del peso de tantos insectos
se cayó al suelo.Entonces tenían una oportunidad para comenzar de nuevo cada una por su lado olvidándose de la otra, cada una en una rama, cada una en su espacio...
Para entonces ya era demasiado tarde pues ambas ya estaban muertas, por todo el tiempo óbsesionadas en comerse el insecto más grande, siendo el último pensamiento de cada una de ellas...
¡En cuanto vuelva a subir al árbol te juro que te atraparé!