El frío en los cristales, un balanceo leve del humo que se dispersa entre su
irremediable humedad y mis manos…

En el ambiente ese mismo balanceo leve del frío…

La tarde hoy se está acabando y entre la niebla y una luz minúscula veo
acercarse un sueño oblicuo.
Allí mismo los cuerpos se disocian, y sueño…

Miles de reflejos de espuma caen sobre mi cuerpo, y un líquido oscuro y
transparente me transporta lejos…

El ambiente ahora está húmedo, repleto de silencios y gritos en silencio.

El desvarío, el miedo…

De nuevo el leve balanceo del frío en los cristales, en los cuerpos…

El lugar cerrado o abierto, la música distante… el cielo y la tierra distantes,
la realidad distante…

Ahora no quiero saber si el humo sigue.
Todo cambia, los movimientos son lentos y blancos, el ambiente se rompe
en pedacitos muy pequeños… la luna se oscurece de pronto junto con los pliegues
de un cielo que enmudece de frío y de lluvia…

No sé si mañana el humo seguirá –eso pienso