y el color, degenerado,
va y viene desde
la cornisa de un
nuevo y álgido parapeto
de ternura.
Y esto no es poesía
más que catarsis
subordinada a la
locura.
...
Sí, en realidad hay días en los que mi espíritu tantrico abogaduchil me cuesta caro... Pensé que esto me daría tiempo para poder escribir con más calma, de un modo u otro en un abogado se ve más cuerda la escritura...
Texto agregado el 16-06-2009, y leído por 141
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
17-06-2009
no debeis denigrar de vuestra profesión...1* Murov