No, la niña ya esta dormida. Él tardará, no te preocupes, mas bien, dame tu mano, déjame sentirla, no digas mas su nombre, déjame sujetarte de la cintura, y sentirte en mi cuerpo... No estés tensa, tranquila, el no llegará. Déjame llevarte arriba, déjame callar tu boca con la mía. Déjame mostrarte lo que el no hace. Tu cuello esta tan tenso, que al sentir mi beso, tu piel se derrumba en mis labios. Déjate caer a tú de deseo, no lo complique mas, solo déjate. Mis manos tocan tu cintura y la mueven al sonar de la música y el vaivén de tu corazón dilatado, nervioso y excitado, me permiten ser tuyo, solo esta noche... Mis manos se relajan en tu cuerpo, acariciando el alma de tu ser, el fuego sale de tus ojos y el tan anhelado TE AMO salen de tus labios, mujer indómita. La rutina té a desgastado, pero tu pasión, conocida y deseada por mí, despertaron. El calor de tu cuerpo, quema el mío y la noche se hace corta, celestial. Noche eterna que acompaña este amor. Prohibido. -en la cama no- me dices, te levanto y te lanzo a la cama, el no desaparece, y las miradas persisten, solo el TÉ AMO se escucha, no sé si es tuyo o mío, batallas entre el amor y la fidelidad desaparecen con la presencia del esposo en la habitación. |