A escondidas; así esta… oculta entre recuerdos a blanco y negro, sintiendo como pedazos de piel le arropan aunque el calor este distante, sin embargo dentro, muy dentro como un implante esta instalado, como un huésped, como un invasor, tiñéndole sus escasos días de fatal melancolía.
Es como un hacha que le astilla la vida, que le acongoja, que le maltrata con negadas caricias, con esa inquebrantable cuarentena de contacto.
Es cruel, despiadado; es como una delicada y afelpada soga que le aprieta casi hasta ahogarla, hasta crear una inevitable dependencia que le intoxica, es una ciega devoción que le castiga, es esa confusa melodía que moja la cara, sin tener que llorar.
Es como un interminable luto de no querer verle más, pero es a la vez un deseo implacable de tener ya…
Es como un falso testamento, en cual solo se heredo ese viejo sudor y aquellas escurridas arrugas de su colchón.
A escondidas esta, transitando como una loca por ahí, buscando en la cara de mendigos, otros ojos como los suyos, que la hagan sufrir… que le miren a través de ti.