El fantasma de ti.

Tremendo fué mi despertar.
Tremendas fueron mis ganas de ignorarlo todo.
Estabas en la habitación conmigo, sin embargo, te notaba tan lejos de mí, te sentía en otro lugar, perdida, olvidada.
Cogí la botella de ron y comencé a beber, a tratar de olvidar, pero cuanto más bebía mas daño en mi interior me hacía.
Ya no sabía ni Yó mismo si me encontraba en verdad en esa habitación contigo, el que se estaba yendo era Yó, Yó mismo me estaba diluyendo junto a cada largo trago que íba bebiendo y que íba quemando mi garganta con sus grados de calor.
Caí en la cama, mis ojos se cerraban, mi mente ya no razonaba, mi cordura se iba apagando cómo el día, el telón de la noche era lo único que se asemejaba a lo que en verdad veía en mi interior.
Pensé que después de esto te irías y no me equivoqué, porque cuando volví a despertar tú ya no estabas allí.
Bajé corriendo la escalera del edificio y salí un momento a la calle, miré hacia todas partes, pero ¡ no te veía, no te veía ! , ¿ dónde estabas, dónde fuíste ?, seguro que saliste asustada de lo que viste.
Cuando volví al apartamento, ví que había una carta sobre el escritorio.
¿ Qué hacía esa carta allí ?, ¿ Me la escribiste tú acaso ?.
El sobre tenía color lila, lo abrí y el papel olía a rosas.
Comencé a leer y no pude mis lágrimas contener.
Era una carta de despedida, pero no la clásica despedida de una amante, era la despedida de la muerte.
Te íbas de verdad, y me la escribiste dándome tu último beso entre ese aroma de rosas, tu último amor con tus letras rojas, tu último aliento envuelto en color lila.
No te creía cuando la leí la primera vez, ahora que la he vuelto a leer, si te creo mi amor, si creo que me amaste y que hasta el último momento de tu vida, me diste tu corazón.
La soledad me atormenta, necesito pensar sin ese ron en mi mente, volver a verlo todo con claridad, saber que ya no volverás y empezar mi vida de nuevo con normalidad.
Gracias por el tiempo que te dieron, porque te lo dieron para estar a mi lado, fuiste el mejor fruto que la tierra creó y ahora vuelves a quién te generó, ve en paz mi amor, ve en paz con Dios ...

Escrito por Carlos Them

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