Quiero callar palabras que se arrojan a mis labios de cabeza, y calmar mi alma inquieta que siente, que presiente tantas cosas, y sacarme esta rabia de cuajo, esta impotencia de un tirón y esta espera de raíz, siento tantas cosas tan dentro que veo hacer ebullición mi cuerpo debajo de la piel, quiero hacer callar la voces de quienes no me conocen, quedar en silencio si es necesario, mirarme al espejo, propinarme un par de insultos, alejarme de ti, que no se si creerte, y abandonarme en una hierba húmeda y fría bajo un helecho de brazos caídos que pretendan abrazarme… y quedarme en esos brazos toda la noche, fuera del mundo de palabras necias, de susceptibles y débiles seres humanos que se devastan ante una opinión, fuera de este mundo de mentiras que me trae loca, de fingidos gestos, de ocultas razones, de falta de verdad.
Este mundo a veces no es mi mundo, y busco, busco… y no sé dónde está el mío.
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