Los señores de la noche.

Prólogo.

Ellos amanecieron en una noche de 2467 A.H.

Los caballeros de la princesa Atenova, éran aquéllos que se transportaban sin vehículo alguno a los lugares más dispares.
Aquéllos que se camuflaban entre la sociedad cómo uno más.
Aquéllos que bajo el aspecto de un ser humano convivían con otros en la más completa armonía, sin levantar sospechas, sin identificarse ante nadie.
Vigilaban en la noche, dormían durante el día, sus armas eran su potente mente y su rapidez corporal.
La mayoría de ellos yacían ahora en sus tumbas en el cementerio del Castillo de la princesa Atenova, hasta que alguien los necesitase de nuevo, hasta que alguien les hiciera regresar ...

Parte 1.

Castillo de la princesa Atenova, condado de Candeler, patria del conde de Salostia. año 3909 D.H.

"He sabido por el rey Hedias que mañana podríamos volver de nuevo a nuestro pais", comentó el principe Hastia desde uno de los extremos de la mesa giratoria de la sala de juntas.
"El holocausto terminó hace mucho tiempo, me siento cansado y viejo, el rey Hedias es un gran hombre Hastia, un hombre que sabe hacer justicia ante la injusticia", respondió el delegado Judais con los ojos casi cerrados.
"La princesa Atenova debe de volver a su patria, dejar éste castillo, éste condado, salir de aquí para siempre", dijo Kolgois, uno de los pocos señores de la noche que aún quedaba con vida.
"El conde de Salostia lo levantó para élla cuando aún tenía su poder mental junto a sus señores de la noche, debe de llevarlos consigo y despertarlos a su llegada a Suvois", alegó Judais, con el semblante serio.
"Suvois está muy lejos de aquí Judais, debemos esperar el salvoconducto del rey y pensar en cómo haremos el viaje, si los caballeros de la princesa estuvieran vivos, aún habría una posibilidad de llegar a nuestra patria rápidamente", estudió el principe Hastia con meditación.
"hmmm, debemos de convencer a la princesa para que les devuelva la vida de nuevo, élla es la única ama a la que obedecen, la princesa desde que los caballeros murieron ha perdido mucho de lo que ántes era, debemos de hacer que su mente vuelva al poder que tenía ántes del holocausto", saltó Kolgois con el puño cerrado golpeando la tabla giratoria.
"Tu eres uno de los caballeros de la princesa, coméntaselo tú, nosotros te apoyaremos, pero tú debes de ser la persona que hable con Atenova, Kolgois", respondió el principe Hastia mirádole a éste.
"¿ Y si no me hace caso? , ¿ y si no quiere levantarlos de su sueño eterno? , ¿ qué puedo hacer entonces, decidme ?, recordad que la princesa es la única que sabe devolver a la vida a áquellos que han muerto bajo su control", inquirió Kolgois con cara de pocas esperanzas.
Todos se miraron con rostros de pocas luces, el proceso de resurrección de los señores de la noche no era un tema fácil para ninguno de ellos, la princesa Atenova tenía todas las cartas en su juego para poder despertarlos, para que retomaran el poder de sus mentes y sus cuerpos cómo siempre los habían tenido.

Palacio del rey Hedias. 7:30 am.

"Buenos dias alteza, ¿ has dormido bien mi señor ?", saludó el ayudante de cámara al rey con una gran sonrisa.
"Buenos días Zamal, un poco pesado de estómago a decir verdad, la cena de ayer fué algo fuerte", respondió el rey con la mano apoyada en su vientre.
"Lo sé alteza, pero sus invitados requerían algo cómo eso, ya sabeis vuestra merced que éllos son ' algo raritos' en sus comidas", contestó Zamal con una mueca de humor.
"Si Zamal, es verdad; bien ¿ tienes preparados los salvoconductos de la princesa y su sequito ?", preguntó el rey con una sensación de pesadez en su rostro.
"Si alteza, están sobre la mesa de tu despacho, sólo debes firmarlos y los haré entregar al conde de Salostia", dijo Zamal con soltura.
"Bien, entónces acompañame, los firmaré y los llevarás cuanto ántes al castillo de la princesa Atenova, deben de salir de aquí rápidamente, no tienen mucho tiempo antes de que comience el segundo holocausto", dijo el rey con cara de preocupación.

Grutas de Boldevier, Noreste del condado de Candeler.

"La munición debe estar preparada para esta tarde, hemos de bloquear las salidas y entradas de Candeler cómo sea, el rey Hedias no quedará impune ánte la barbarie, ahora que los señores de la noche están muertos, el holocausto se volverá a nuestro favor", dijo el bárbaro Piaros a sus hombres.


Escrito por Carlos Them

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