Historias de una Casa Encantada.
1. La compra de Villa Magna.
Marcus y Agatha, vivian en un pueblecito de la costa.
En dicho pueblecito nunca ocurria nada.
Ambos eran hijos de un matrimonio de millonarios.
Cuando sus padres murieron, heredaron su fortuna y se fueron a vivir a dicho lugar.
Se aburrían someramente allí, el pueblo era de lo más pacifico que uno se pudiera imaginar.
Por aquel entonces, la gente de ese pueblo era más bien pobre, los únicos ricos eran ellos.
Un día, oyeron unos golpes en la puerta de su casa.
Era Evans, el propietario de la agencia de bienes raices.
Fué invitado a entrar y empezó a explicarles una historia sobre una antigua casa, una casa que tenía leyendas.
Agatha le preguntó si desaba tomar una taza de té. Eran las cinco en punto de la tarde.
Mientras Agatha servía el té con unas deliciosas pastas, Evans contó una de las muchas historias que se habían vivido en la casa.
Cuando Evans acabó la historia, Marcus pregunto: '¿ Está esa casa en venta ?'.
Agatha le miró, esa mirada significaba, que si la casa estaba a la venta, era la oportunidad de vivir en ella, de abandonar este pueblo vacío de emociones y empezar a disfrutar algunas en ese lugar.
Evans respondió: 'Pues si, está a la venta, lleva a la venta mucho tiempo, ¿ quíén quisiera comprar una casa llena de historias como esas ?'.
Marcus y Agatha saltaron al unísono: '¡ Nosotros, por supuesto, nosotros la compraremos !.' y continuó Marcus: 'Tu sabes Evans que nosotros tenemos dinero, podemos comprar esa casa'.
Evans con los ojos abiertos exclamó: '¿ Pero que estais hablando ambos ?. Esa casa no es para vivir nadie en ella, está poseida, allí vivió gente muy extraña. Hace siglos que lleva maldita.'
Agatha se acercó un poco más a Evans y le preguntó: '¿ Cuanto pides por esa casa Evans ?'.
Evans dijo: 'Estas loca Agatha, no te vendere esa casa, no quiero cargar con la conciencia de lo que os pueda ocurrir a ambos allí'.
Marcus, dijo: 'Sólo te dire una cosa, quiero salir de aquí, vivir en esa casa y tú me la venderás.'.
Evans se les quedó mirando a los dos. Sus caras eran como las de unos niños, esperando que su padre dijera que sí, para salir a jugar al jardin.
Con la voz un poco baja, les dijo: 'Venid dentro de una hora a mi oficina, la casa es vuestra. Firmareis un papel aparte de la escritura de propiedad, en el que me exumais de cualquier cosa que ocurra allí con ambos dos de vosotros. ¿ Me entendeis ?'.
Marcus dijo: 'Claro Evans, no te preocupes. ¿ Y el dinero ?. ¿ Cuanto tenemos que llevarte ?.
Evans respondió: 'Ya me pagareis más adelante, sólo necesitais vuestra identidad y firmar los papeles' ...
Al cabo de una hora, ambos se encontraban en la oficina de Evans.
Firmaron la escritura y el papel que eximia a Johan Evans de cualquier asunto turbío que sucediera en Villa Magna.
Antes de salir les dijo: 'Qué Dios os asista y se apiade de vosotros en aquella casa. Adiós amigos, disfrutarla, os lo deseo de verdad'.
Agatha le miró y le respondió: 'ohh, pero que tonterias estás diciendo Evans, claro que disfrutaremos la casa, además tendrás que venir a cobrarnos cuando estemos instalados en ella'.
Evans se quedó compunjido, diciendo adiós con una mano y con la otra limpiándose el sudor de su frente ....
Escrito por Carlos Them
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