Entre un mundo y otro
una barrera
invisible, una valla
-no hay quien pase-
aunque quisiera;
vaya y calle
el tornado que urge dentro.
Imposible
no sentir que en el encuentro
bulle eléctrico el encanto,
fluye un viento -como a descaro-
imposible de acallar.
-Me quedo quieto-
Y mientras tanto
busco tu cara,
y ante tus ojos
veo el reflejo
de mi dentadura
mordiéndome la lengua.
-Tú sonríes
yo estremezco-
No estamos solos.
Disimulemos.
Ya habrá un tiempo en que -yo pienso;
tú piensas- ojalá hubiese un sitio
paralelo
para perderse
encantadoramente.
En un abrazo.
(Posiblemente)
Y no dar el paso
que cruce el puente
hacia aquel mundo
que allí dejamos
olvidado, tan fútilmente
en un segundo
de normalidad.
–Todo en su cauce-
Mientras me seco
una lágrima imaginaria
(estoy desierto)
te miro así,
en silencio
buscando un manantial.
Te quiero tanto.
Texto agregado el 13-06-2009, y leído por 145
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Lectores Opinan
03-09-2010
dibujas parabolas dentro de circulos concetricos que originan fractales de palabras entrelazadas con primor, ¡que bellos son tus poemas tan frescos como la lluvia, tan intrincados como una selva y tan fragiles y sutiles como hebras de fuego....felicidades again silpivipiapa