El hombre como tal, un ser inteligente, aspirante, progresista,y adaptable es esencialmente un animal de costumbres.Costumbres que adquiere durante su vida, a las que se somete, y de las cuales difícilmente se separa.
Y si por casualidad, por algún tiempo depone una u otra costumbre, el volver a ella lo llena de miedo y pánico.
Aplaza las horas, los días, busca cualquier excusa,
hasta llegar al punto de perder su autoestima,repitiéndose:
¡"Mañana probaré,mañana intentaré realizarlo, mañana consequiré entrar de nuevo en mi ritmo habitual, levantaré mi autoestima,consequiré lo que he dejado de lado.
Piensa día y noche,teme el momento,en que esté frente a la decisión de la cual no habrá retorno,pero de repente se anima.
Su interior se llena de coraje, de valor,ya no le parece tan difícil, y sin darse cuenta regresa a lo que había abandonado por tanto tiempo:sus costumbres de toda la vida.
Entonces se infla como un sapo,cacarea como un gallo,sonríe,su interior se llena de autoestima,y a los cuatro vientos proclama:
"¡Han visto,han visto que pude regresar a mi senda,que consequí lo que había dejado por el camino,que vencí,que logré lo que aprendí y que fue capaz realizarlo de nuevo!"
"¡RARA ESPECIE,LA DEL SER HUMANO!"
|