De todo el silencio ha llegado la noche; a plena luz... del tiempo se ha ido un pedazo y de soledad se avecina un mundo. De tiempo en tiempo mis dejos a la sombra de nada, mis huesos roídos la razón abrumada, mi sangre en tu nido y constante la rabia. Irrelevante mi paso sin duda ni huella y todo… en esta condición de la que es parte olvido.
Texto agregado el 27-05-2004, y leído por 142 visitantes. (3 votos)