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La Caja Roja.

El regreso de Rony.

Patricia se encontraba en la oficina acabando su último trabajo aquél viernes por la noche antes de empezar su fin de semana, que cómo siempre seria de lo más loco y salvaje junto a sus leales amigas.
Trajeada de ejecutiva, nadie podía pensar que Patricia pudiera ser una roquera de lo más sensual y dinámica en un ambiente de conciertos en directo, que cómo cada sábado noche, tenía el placer de disfrutar en el auditórium "La Caja Roja" junto a sus compañeras de juergas.
Patricia acabó, cerrando su ordenador apagó las luces y salió de la oficina.
Cogió el ascensor que la llevaría al parking del edificio.
Allí un flamante BMW de última generación la esperaba para llevarla a casa, a su refugio entre medias de un placentero y verde jardín cercano a la playa.
Mientras conducía, introdujo el módulo de memoria USB de 1 GB. de música roquera en el adaptador que tenía junto al CD player y se relajó frente al tráfico que había a aquellas horas y después durante el tiempo que el Ferry necesitaba para cruzarla al otro extemo de donde tenía su trabajo.
Aquella noche además, tenía la visita de un antiguo colega al que hacía tiempo que no veía y con el que sin dudas acabaría haciendo el amor, cómo casi siempre la pasaba cada vez que alguna ó
alguno de sus amigas ó amigos entraba en su casa.
Patricia tenía gustos bi-sexuales.
Podía amar tanto a una mujer como a un hombre.
De hecho, hacía el amor con sus cuatro amigas alguna que otra vez.
Mientras esperaba un semáforo en rojo, su movil sonó.
Conectando el manos libres, respondió a la llamada:
"¿ Dígame ? "
"Hola Pat, ¿ preparada para mañana por la noche ?
"hola Angi, ¿ cómo estás bombón ?, pues claro, ya sabes que si".
"Esta noche tienes visita Pat, espero que lo pases muy bien. Besos cielo. Nos vemos."
"Gracias, besos para ti, chao".
El semáforo cambió a verde, Pat, como la conocían todos sus amigos, estaba ya muy cerca de coger el Ferry, tenía tantas ganas de ver a Rony, su antiguo compañero trasladado por la compañía donde ambos trabajan a otra ciudad hacía ya medio año. Rony y Pat habían disfrutado de momentos muy intimos en la casa de esta última. Rony siempre era invitado por ella los sábados por la noche, depués de una sesión de concierto de rock.
Habían hecho el amor tantas veces que Pat había perdido la cuenta, pero no lo bien que se lo pasó con él y el placer que sintió siempre con su compañía. Eso nunca se la podría olvidar. Saboreaba en sus recuerdos aquellas noches del último verano antes de que Rony fuera trasladado definitivamente. Sólo con pensar en él, Pat se ruborizaba y sentía un calor que recorría todo su cuerpo.
Los recuerdos eran muy calientes y excitantes, demasiado para esperar.
Pat no queria esperar más, necesitaba hacer el amor con Rony de nuevo.
Nada más girar la última acera de la calle por donde transitaba en ese momento, se encontró con el Ferry.
Era el último de la noche. Pat entró con su coche en la plataforma del mismo, la rampa subió y
comenzó el viaje hacia el otro extremo.
---
La casa iluminada con velas de colores, invitaba a entrar.
La brisa del mar que llegaba a la colina donde estaba ubicada esta última, hacía más dulce y
placentera la noche.
Pat, después de ducharse y ponerse cómoda, esperaba a su invitado en el porche, sentada en una hamaca con una copa de vino en sus manos.
Su pelo largo de color caoba aún estaba húmedo haciéndola mas sensual todavía.
De pronto, el runruneo de un automóvil llegaba a los finos oídos de Pat.
Era el coche de Rony.
Pat estaba nerviosa, después de tanto tiempo parecía una chiquilla de escuela en su primera cita.
Con Rony siempre era como la primera vez.
La experiencia que tenía con él parecía semejarse a eso siempre, algo que a Pat le gustaba mucho, esa agradable primera vez con él cada noche, cada vez que lo tenía a su lado.
Rony aparcó su vehículo a las afueras de la propiedad de Pat y se acercó a la puerta de verjas que cerraba la misma.
Casi llegando a esta y tras escuchar el zumbido eléctrico que la abría, mientras la empujaba entró
en el jardín, cerrándola tras de sí.
Anduvo unos metros y vió la casa, a Pat en el porche saludándole, la brisa rozó su rostro un
momento, dándole ese recuerdo de tantas noches que disfrutó junto a ella.
Rony estaba casi en el porche, Pat se acercó a él y cogiendóse ambos en un lazo se besaron larga y profundamente.
"Cuanto tiempo ha pasado, Rony, te he echado tanto de menos ..."
"Hola Pat, Yo también ..., aquí estoy de nuevo y esta vez no me iré, vuelvo para quedarme".
"¿ Qué ?, ¿ hablas en serio ? Eso es genial, volveremos a los viejos tiempos tu y yo".
"Claro mi amor, tengo ganas de estar contigo de nuevo y esta vez nada ni nadie nos separará nunca más".
"Espero que asi sea, Ron, no quiero volver a estar sin tu compañía de nuevo". ¿ Quieres tomar algo ? "
"Si gracias, la verdad es que tengo sed, a sido un viaje un poco largo y todavía no he descansado lo suficiente.
"Lo primero que quería era verte. ¿ Podría tomar una ducha, por favor Pat ? ".
"Claro pasa, te prepararé unas toallas, estoy muy feliz de tenerte en casa de nuevo".
Pat volvió a besar a Rony en los labios con ardor y pasión.
Estaba totalmente enamorada de él, ya no había ninguna duda, Rony era todo para ella.
Después de su ducha Ron fue invitado por Pat a picar algo en la cocina, jugueteando ambos entre la nevera y la mesa, al final surgió lo que tenía que ser, hicieron el amor, fumaron unos cigarrillos y Rony quedó totalmente exhausto y dormido.
El cansancio pudo con él.
Pat lo arropó con dulzura y amor durmiéndose también.
Era la mujer más feliz del mundo. Por fin tenía a su hombre con ella de nuevo.

Escrito por Carlos Them

© Copyright Carlos Them 2006. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.

Texto agregado el 12-06-2009, y leído por 253 visitantes. (0 votos)


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