Puedo decir lo que quiera porque lo quiero todo el mundo entero los abrojos clavados hasta las rodillas. Puedo gritar cualquier cosa hasta el asco gutural en la garganta haciendo gárgaras de aullidos como monstruo en luna llena. -Pura efervescencia- Puedo decir (y no es poco) el vocablo dislocado en la lengua lamiendo las heridas de esta espina dorsal. (La mía). Puedo pronunciar cualquier cosmogonía pero prefiero la agonía de tus besos y así pues me callo.
Texto agregado el 12-06-2009, y leído por 129 visitantes. (0 votos)