Es cierto.
Busco tu boca
allí, donde mi mano extendida
no alcanza al cielo.
-No existe-.
El desespero
es apenas un otro intento
-fallido-
de aferrarse a un vuelo
que nunca remontó.
Es cierto.
Mi lengua se pierde
-en lo indecible-
como un grito
en una boca de tormenta.
Texto agregado el 12-06-2009, y leído por 130
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Lectores Opinan
30-08-2010
boca de tormenta. magia de culto. bici de alas.
letras de indulto centeno