Ocurrió que un delincuente armado entró a robar en casa del Compañero Juan, tal vez pensaba que el Compañero poseía muchas cosas de las cuales él y su familia carecían y que no podían adquirir en el mercado, lo cierto es que Juan viajaba tres veces al año fuera de CUba y hacía ciertos alardes de la pacotilla que compraba y de los avances tecnológicos del mundo capitalista, que tanto despreciaba, por ser un miembro del PARTIDO.
El delincuente fue sorprendido con las manos en la masa y se produjo un intercambio de disparos entre los dos. Juan fue levemente herido y el ladrón logró escapar. En su huída perdió el carnet de identidad, motivo por lo cuál fue rapidamente identificado y se produjo un operativo policial que condujo a su localización en casa de la novia, en La Habana Vieja.
Al verse descubierto el prófugo se atrincheró en la azotea del edificio entre dos tanques de agua.
Subió con valentía un oficial, sonó un disparo y el Teniente Caiñas cayó herido. La azotea solo tenía una vía de acceso, los vecinos asustados permanecían en sus apartamentos, si es que a los cuartos semi destruidos y apuntalados se le podía llamar así, Otros agentes dispararon a ciegas, pero sólo lograron agujerear los tanques de agua, motivo por el que años después de este incidente los vecinos seguían subiendo el agua en cubos escalando la vieja escalera de caracol que recorría los cinco pisos del viejo edificio.
Trancurrió mas de media hora y la cuadra era rodeada por más personas que policias. Las personas clamaban ¡ paredón, paredón..!
Fue entonces que el Capitan Lezcano, tan inteligente como siempre dio una orden: - Traígan a ANGELITO…rápido –
Me quedé asombrado, por ese entonces yo hacía un reportaje, que nunca se publicó. Pensé entonces: - ¿ Quién será angelito ?..¿ Acaso tendremos un Superman cubano ?
En breve tiempo llegó un agente con su perro Era aquel perro al que llamaban Angelito. A Angelito, le dieron a oler un calzoncillo del delincuente que encontraron en casa de su novia. No se si estaba limpio o sucio, lo cierto es que el perro se resistió al principio a olfatear aquella prenda tan íntima, pero después se resignó y la olisqueó; al fin era su trabajo y si no lo hacía no comía. En Cuba “el que no trabaja no come”, era la consigna de moda y el perro parece que la conocía perfectamente.
El Teniente Lozano grito entonces:
- Pepe te conocemos, ríndete…no tienes escape…-
Me impresionó la respuesta de Pepe, que así le decían al paria.
-Aquí hay un hombre coño..si tienen cojones vengan a buscarme….
Lozano miró al guía del perro y le dijo:
- dale……-
Este le quitó el bozal al animal y le quitó la cadena. Angelito comenzó a subir lentamente la escalera, como si temiera caerse . Pasaron unos minutos, silencio absoluto y de pronto: unos gritos primero, alaridos después, llanto, quejidos y malas palabras irrepetibles.
Subimos todos y encontramos al hombre retorciendose de dolor mientras Angelito apretaba con furia sus genitales, casi me desmayo.
Pasaron los dias y continuaba con mi reportaje, ocurrió un asalto a una casa en Cojimar,al este de La Habana, y aclaro que en Cuba aunque no se publique en la prensa, hay robos, violaciones y asesinatos como en casi todos lo países del mundo.
Cuando llegamos al lugar del suceso nos enteramos que un individuo armado con un machete había cometido el delito y que huyó corriendo, algo muy normal, porque los delincuentes que tienen auto, roban otras cosas y no casas.
Se aprovechó que el hombre se cortó y razgó el pantalón en la huída y rapidamente pusieron a trabajar a Angelito que estaba de guardia ese dia.
Angelito descanzaba con su bozal puesto, amarrado a la sombra de un árbol y retozaba con unos niños que salían de la escuela en ese momento.
Le dieron a oler el retazo de tela, Angelito olfateó el aire, dio una vueltas y salió disparado calle abajo seguido por su guía que trataba de sujetarlo. Corrimos todos como tres cuadras.
-pobre hombre pensaba yo compadeciendome del ladrón…si este perro lo encuentra, lo capa.-
Angelito se detuvo frenta a una humilde casa, las pistolas brillaron a la luz del sol.
De la casa salió una viejita con las manos en alto. Fue tratada con mucho respeto, fue llevada a casa de un vecino. No hay nadie en casa dijo ella y era verdad. Las miradas se dirigieron a un patio cercado.
Lozano gritó:
- rindete cabrón que estas rodeado…-
Silencio absoluto
- Suelta a Angelito-- le dijo al guía
Este obedeció con una sonrisa malévola
Esta vez el perro corrió hacia su objetivo, saltó la cerca…..
Uno dos tres minutos, silencio absoluto
De pronto se escucharon gritos, no parecían humanos, sentí un escalofrio por todo el cuerpo. Y pensé:
-Lo Capó -
Todos corrimos y saltamos la cerca.
Y AY DE LO QUE ENCONTRAMOS…..
Angelito había montado a una perrita maltes, mucho más pequeña y ahora la arrastraba con su enorme cuerpo por todo el patio, tratando de desprenderse de ella.
Ese dia Angelito tuvo su recompensa y la maltes después del mal rato, fue feliz, porque tuvo un amante que era todo un héroe de la policia
Esteban Martin
La Habana, Cuba, 1979
P.D. Años después me enteré que el Compañero Juan, se recupero siguió en su trabajo, pero cometió algunos errores y había sido castigado y enviado a trabajar a la agricultura por tiempo indefinido.
Pepe, no se si quedó castrado, pero en 1980 lo enviaron junto a otros convictos a Estados unidos desde el Mariel, en una lancha que conducía familias decentes.
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