Hace varios días que me siento consiente de cierta depresión, pero al conocer tanto mis depresiones, cada vez las respeto menos…hago como si no existiera, salgo a la calle con mi cara de…que bonito día…sabiendo perfectamente en mi interior, de la apatía que se apoderó de mí. Soy consiente de su carácter temporal. Y mi depresión no me deprime tanto. Solo me tomo, por respeto a mi reparto, unos minutos en el día para lamentarme de lo perdido, para emitir mi juicio al respecto de lo mejor de todo tiempo pasado o para no ver el futuro… ausente…
Estoy temiendo acostumbrarme. Tanto, que vivir con mi yo depresivo, nos está generando cierta empatía. Y ahora lo espero antes de salir a la calle, y salimos juntos. Entonces nos cruzamos una chica guapa y yo me acerco optimista. Pero a mitad de camino ya me convenció que de jamás nos haría caso. Y si lo hiciera, la participación de mi yo depresivo en la composición de mi discurso la haría huir de nosotros para siempre….me reprocho haber salido con él…
Pero me llora y me mata, no lo puedo ver llorar así,
no a mí….