he sorprendido a mi ser atónito ante una cascada de momentos de precaria contención vital. he aparecido, de pronto y calmo, en un pedestal desde el que se otea la más dignamente deseada apariencia de la vida. he aprendido que cuando se serena la mente, y se descansa la vista, se presenta, de forma inesperada, la sosegada belleza desconocida
Texto agregado el 09-06-2009, y leído por 125 visitantes. (3 votos)