Un día estamos, otro día no lo sabemos. Aprovecha cada minuto de tu vida como si fuese el último porque no sabes cúantos minutos te restan para estar con las personas que quieres, para compartir momentos inolvidables y para vivir experiencias agradables. Ríe, se felíz, da lo mejor de tí y no te preocupes en esperar a cambio, tú sólo siembra que la vida solita se encargará de retribuírtelo en cosechas. No te enrrolles por cosas que no valen la pena, deja al río fluir y que la vida te sorprenda, sé tú mismo, afronta las adversidades, saca lo bueno de ellas y luego ríete de los errores, pues aún te queda camino para enmendarlos y sentirte orgullosa de tu paso en esta tierra.
Lucha siempre por lo que quieres, no lo pienses tanto, sólo sé precavido cuando tu integridad o la de los que te rodean esté en riesgo... véte de este mundo llevándote un baúl de sonrisas, de momentos plenos, de recuerdos. Ten presente que el dinero y lo material no hace a la gente, alimenta tu espíritu y tu corazón, sé grande en todo lo que haces así sea en saludar al vecino. No sabemos cuándo Dios nos tiene preparada nuestra partida, DISFRUTA, VIVE, EXPERIMENTA Y RIE. Momentos como esos son la esencia de la vida y si los desperdicias no sabes si tendrás un próximo chance de aprovecharlos. Buena suerte en todo lo que hagas y lo que te propongas, de corazón...