La vela se encendió en el centro de la mesa, todos rodaban alrededor, la vela se consumía, trataban de comunicarse con ellos. Las dos familias desde siempre se reunían y los esperaban, todo estaba listo, solo faltaban ellos, que hace rato ya debían haber llegado.
Ellos no viven muy lejos, normalmente en media hora en su automóvil estaban aquí, habían salido hace ya mucho, porque antes de salir la feliz pareja y su hija los habían llamado, pero no llegaban, y las madres, y padres, y hermanos esperaban por ellos. Ellos eran muy queridos por todos y desde siempre se amaron muy secretamente.
Hoy querían encontrarse en familia para festejar sus seis años de casados, por eso todos los esperaban, ansiosos, felices, compartiendo ese gran amor que se corresponden y sobre todo a la pequeña, divina y bella damita de dulce sonrisa.
Escuchan un auto, a por fin dicen, seguramente son ellos, si, si, comentan, golpean la puerta, abre Vane la madre de ella, un policía se asoma.
La vela que esta en el centro de la mesa, se apaga.
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