En esta noche que no puedo dormir, las imágenes de mis sueños se cruzan con mis miedos, quedando parada en mitad de la nada.
Confío en los designios del destino y en la luz que nos sostiene. Creo sin ninguna duda en la voluntad que guía nuestros pasos, y que va más allá de nuestra mirada. La magia de una energía que no sé de dónde me viene, impulsa a mis pies para que no queden parados a un costado del camino. Y sigo caminando…
Quisiera cubrir con mi piel toda tu piel, decirte sin hablar que estaré aquí, que en mis brazos te llevaré, que andaremos juntos la parte de la senda que tú no puedas, y que sé que, cuando yo decaiga, tú me sostendrás. Quiero decirte, y te grito una llamada que sale de este cuerpo que apenas es nada.
Saco la fuerza de las entrañas de la tierra, acumulo para ti toda la alegría que cabe en mis manos, y te la regalo en forma de abrazo, de susurro, de caricia, de mensaje que viaja a través del tiempo y el espacio con un vuelo firme y seguro.
Hoy y siempre, la sangre se me rebela segura de su triunfo.
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