Ella,
se aferra de tu mano,
y no afloja.
Te lleva por sus caminos,
alfombrados de aguas marinas.
Se apodera de tu mente,
de tus sueños,
de tus entumecidos dedos,
de tu puño y letra.
Se inclina por ese hueco,
por donde predicas tu verbo.
Te enamora en ese oasis...
donde tu sed,
socava sueños.
Ella,
quiere viajar contigo,
Tu eres su elegido!
Surcar tus arrugas anhela,
sentarse sobre tus cuadernos.
Arrullarte en su cuna desea
entre consonantes, silabas,
vocablos y acentos...
Confia y cree en ella,
en noches de desconsuelo,
sin lunas y sin vientos.
Donde solo gobierna el desvelo...
Descubrela a paso lento
y construye con ella un monumento.
Un castillo de arena en el desierto,
donde el mas solitario errante,
encuentre entre sus muros
abrigado y calido asiento.
Y en sus noches blancas en vela..
No sienta nunca jamas
ya frio.
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