y a traves de los mismos risos de selva negra, esos de los cuales tienden mis más obscuras razones de hacer lo inapropiado, del deseo de sentir un momento eterno, con el simple hecho de poder tocar con estas manos temblorosas de miedo y apreciación, al hecho sobrehumano que es ese cuerpo tibio inerte, tersa piel forjada en los más profundos deseos, atados a mi alma insípida e incontrolable, que cada vez va expandiendo mas estas ganas, en forma de hielo, en mi frasco de cuerpo, desbordándose al borde del vacío del miedo a la ternura extrema… tengo miedo.. Tengo miedo de sentir tanto frio acogedor y regocijo ciego en mi momento atenuante a un encuentro… con mi precipicio….. Tu.