Me siento enferma
de tanto amor que desbordo.

Siento sufrir interno,
siento lágrimas que acechan,
siento oscuridad perpetua,
siento mi infierno tan cerca,
siento cien mil mareas
y un mar rojo como sangre que se enreda
y siento que cierro los ojos
y los gritos cesan.

Antes los escuchaba
como chirridos de puerta
agónicos, espeluznantes
a volumen perturbante.

Mis párpados,
caidos,
abajo,
descansan,
se cierran.

El ruido cesa,
mi alma se eleva.
La elevan las lágrimas
caidas en la tierra.

Sigo sollozando
y de mis ojos salen hebras.
Se transforman en palomas,
que vuelan libres.
Palomas de alma vieja....

Descanso,
descanso por fin de tí
y tu dolor,
de tu recuerdo...
de tu esencia...

Mi droga...mi pena.
Tus ojos y tu voz...
Me apenan.

Me apena recordar nímio dato
que acerque tu bello recuerdo
a mi alma guerrera.