Es este oficio de escritorio el que me hace parecer un mensajero,
Un titulo en un texto decidiendo el lugar de cada una de sus letras,
Supremacía de un conocedor exacerbado ,
Apoderado de un universo de dudas
Lector de respuestas, deductor de certezas.

Es en este escritorio donde parezco diferente
Barrera contra el predominio de otros poderes,
Tras él parecen inexistentes las imperfecciones
Porque entre este sistema en donde todos somos conductuales
Aquellos que enseñamos ya no somos humanos.

Debemos apuntar palabras como flechas
Atacamos en profundidad tras hechos reaccionarios
De este modo olvidamos la sensibilidad
de aquellos que sentados nos miran esperando un motivo para su que hacer,
Y seguirnos; seguimos una línea llena de paréntesis
De rutinarias paradojas, indescriptibles momentos
Qué triste sentir repentinamente
Que hemos olvidado ser estudiantes.