Cae la tarde
muere el sol
que alumbró
está mañana.
Y se esconde
raudamente,
esa bola de fuego
al horizonte.
Una línea imaginaria
lo devora
agonía que padece
ese poniente.
es la quietud, un instante
solamente
la eternidad llorada
de repente.
Cede el viento que agitara
aquellas ramas,
que desprenden hojas muertas
llega el duelo vestido
y la noche me llegó
en la mirada.
Sorprendida parpadeo,
mientras bajo
las persianas.
Texto agregado el 02-06-2009, y leído por 251
visitantes. (20 votos)
Lectores Opinan
27-06-2009
Hermoso poema, lleno de imagénes impactantes. 5* Maria-del-Mar
16-06-2009
Bello poema y preciosas imágenes. Un abrazo Sofiama
12-06-2009
es una bella estamapa del ocaso y del crepùsculo... bello tu manera de expresarlo undia
12-06-2009
Es una escena poeticamente descrita. Me gustó. Saludos. Azel
11-06-2009
Bellísimo, dulce y nostálgico. Imágenes muy bien logradas. flop