No hay nada más tranquilo, que observar a través de la ventana la cálida lluvia de una tarde de abril Cada gota cae en perfecta armonía llenando de un lúgubre color la ciudad, para el deleite de los que transitan por sus calles Sigue cayendo, y cada gota que cae, llena el espacio dejado por la gente que se acurruca en los rincones para observar la cálida lluvia de abril.
Texto agregado el 02-06-2009, y leído por 126 visitantes. (4 votos)