Pedí unos ojos que me miraran
aparecieron los tuyos
serenos y claros.
Quería una boca que me besara,
apareció la tuya
amorosa y sabia.
Deseaba unas manos
que me acariciaran
y encontré las tuyas,
una tibia mañana.
Pedí un hombre que me amara,
apareciste tú
en medio de la nada.
Texto agregado el 02-06-2009, y leído por 204
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