Dime a cuantos pasos
va la vida de la escalera,
de la entrada,
de la salida,
de la puerta de la habitación
donde soñamos juntos
que podríamos vivir
con el apoyo del otro,
dime a cuantas vidas está
la sonrisa que nos
prometieron al nacer,
a cuantas lunas
la mirada abyecta en el
ventanal,
el rocío entre las manos
y los ojos...
... Supurando lágrimas viscosas
y agachando la cabeza,
lentamente,
gimiendo un adiós.
...
Jorge, te voy a extrañar mucho... Gracias por existir, por ser mi amigo estos tres meses que han sido una mierda, gracias por soportar mis tonteras, por aguantar mis estupideces, como hoy... Pero no puedo dejar que un amigo se vaya así, sin decirle al menos, que espero volver a verlo... Te llevaste mi conejo... Espero vuelvan luego... Necesito un amigo... ¿Cómo no me di cuenta antes? Yo buscando un amigo por cielo, mar y tierra; pensaba simplemente que no podía ser, pero si... Y ahora, por darme cuenta tan tarde... Duele tanto... |