Sobre lo que fue y lo que puede ser me quedo con este último pensamiento,
porque lo que fue ambos lo sabemos,
por más interesante que podría ser nuestra historia
siempre termino en silencio,
por no querer torcer el brazo y exponer el corazón.

Me he dicho mil y una veces que ya te tengo que dejar,
más tu recuerdo es más fuerte que mi olvido,
las ganas de besarte me devoran, y
nuestro silencio me ensordece cada vez más,
cuando llegamos a ese punto muerto, que no da para más.

Se que debería llevar la dirección y lo asumo,
pero tu esencia es tan cambiante,
que no se si es mejor mantener la misma relación
informal, insana, intensa, estresante e hipócrita,
o arriesgarnos a navegar en el mar del amor de una manera abierta con la posibilidad de naufragar y ahogarnos por siempre.

Cierto que habrá que bajar la guardia primero
y entregar el corazón con los ojos vendados,
tener plena en confianza y perdonar nuestros errores,
hacer lo que hacen los enamorados,
pasear por las calles, comer un helado, una cena en la casa y el supermercado.

Pero al igual que al licor lo odio pero no lo dejo,
mi relación contigo es otro vicio con el que no puedo,
me haces mal, sos mi tormento y otras veces mi alimento,
mi sostén, todos mis sueños, el cielo y mi infierno,
no se que tanto más mi cuerpo pueda aguantar…

Me siento como aquel que toma la margarita en sus manos y pregunta por su suerte…
o como aquel hombre que se para al borde del puente y que piensa en el “será que lo hago”,
no se si será mejor morir en el intento y destrozar mi corazón en la aventura
sabiendo que por más que te pueda amar a lo mejor no nos alcance
y que nuestro pasado pese más que nuestras intenciones de futuro y nos canse con tan poco.

¡No lo sé y tal vez no lo quiera saber!,
porque también el miedo a perderte es daga que mata,
¿por qué si el hubiera nos arrastra y nos aleja, muero?
porque si tu no quieres subir al próximo nivel me pierdo,
¿Por qué tiene que ser así el amor, que sufro?


Felicidad es una palabra tan bella que empieza con mi F
y termina con tu D, tan fácil de enunciarla y perseguirla,
más casi imposible de alcanzarla,
dijo un sabio que “no es tan importante sentirse amado,
sino amar hasta que duela, pero que ames, aunque no tengas a quien amar”.

Y le mando mis recuerdos a su madre porque tiene razón este mi compadre,
duele amarte como duele que te extirpen una muela sin anestesia
y duele aún más no poder decírtelo y estar esperando ese momento,
solo el tiempo dirá si al final somos lo que parecemos,
o si en medio de esta fiesta de besos, caricias, coqueteos, aparecerá un intruso
amor verdadero que nos aleje por completo.

Y empiezo a pensar que tal vez ese momento no está tan lejos,
si no cambiamos la actitud por completo,
te dejo la bolita y este jolgorio de pensamientos,
piensa o tal vez no lo pienses demasiado,
que se siente o…. mejor tiramos todo al diablo…