Se desgarro todo por dentro y aun así sobrevivía, por que… no lo sabia, tan solo lo sentía y sonreía.
Tapo su pálido rostro; como dolía estar allí, sin estar presente, era tan solo un frágil maniquí luciendo una pizca de vida aunque esta se extinguía, por que… no lo sabia, tan solo fingía.
Caminaba tras una sombra en busca de su olor, ahora perdido y quizás mezclado con le sudor de turno, por que… no lo sabia, tan solo olía y gemía.
Revisaba su cuerpo ya reseco, incompleto; faltaban sus manos, antes artistas e inquietas, fueron robadas y jamás devueltas, por que… no lo sabia, tan solo lo veía.
Estaba fragmentado; necesitaba sus manos para consolar lo inconsolable, para escribir y existir, por que… no lo sabia, tan solo lo repetía.
Y un grito se escapo de la boca: Me devuelves mis manos, por que, no lo sabia, tan solo lo decia
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