Bajo los ojos curiosos de la luna que besaba
aquella noche fresca e infinita,
como escurridizo ladrón de amores
a su inquieta enamorada le robaba el sueño
ella en el portal de un cuarto insitantemente oscuro,
semidesnuda a media luz de luna
en aquel remoto paraje,
le insinuaba sus anhelos.
Todo era penumbra, todo era silencio,
todo menos aquel amor inmenso.
atónito él miraba desde lejos,
mientras sus ojos clavaba en aquel pálido cuerpo;
pero su alma y voluntad lo abandonaron por completo,
no pudo jugar más aquel erótico juego,
tanto que ya nada lo detuvo
y sin más testigo que la noche
a los brazos de su amor corrió
loco de exitación y de deseo,
_ella lo miró fijo y al amor se entregaron con un beso,
_él dibujó senderos y rodó plácido por su cuerpo.
_Ella abrió sus alas llenas de deseo, pasión y miedo.
En aquél camastro tibio y acogedor yasen
muertos de placer y de cansancio
esos por primera vez amantes...
_El la mira tiernamente, mientras ella dormida,
está en su pecho,tendida taciturna...
pues hubo consumado su más hermoso sueño,
Mientras la mira va hilvanando mil deseos,
recuerdos y nostalgias,
sobre sus largos y rubios cabellos,
poco a poco se va durmiendo,
convirtiéndo en la más esperada y sublime...
esa visita nocturna.
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