Dicen que se llamaba Cristal, porque yo jamás la vi. El rumor que corría era sobre su belleza.
Tan hermosa y modesta tal cual princesa de cuento ostentoso, de los que me leían cuando era chica.
Solo pude entrevistar, a una de sus víctimas, porque me llene de dolor y temor al querer saber más de ella la bendita Cristal tenía los ojos tan azules o más azules que el ancho y profundo mar, unas pestañas muy largas que podía peinar su largo cabello negro como el ébano puro.
Sus labios color rosa encandecida, su piel no tenía un color exacto era medio blanca y medio trigueña, pero eso si agradable.
Una espalda que parecía una mesa de planchar y unas caderas que al caminar emitían ritmos, unas piernas tan bonitas, que pareciere que fuese jugadora de futbol, era perfecta la muy condenada.
Pero tenía el alma más negra que la bruja del panteón rococó, no respetaba razas, tamaños, sabores ni colores, si sus víctimas eran casados viudos o separados, toda una fiera salvaje al atrapar su presa.
Según lo que Don Bartolo me contó era que ella utilizaba esos ojotes de lince, como seducción para hipnotizar a sus presas, más que su cadera o sus senos que parecían dos montañas mágicas que sobresalían de su cuerpo que era una orquesta completa y armoniosa.
Yo entreviste Leopoldo, un señor muy jocoso y caballeroso, aun se veía fuerte y se notaban algunos de sus atractivos cuando era más joven, su profesión era ingeniero mecánico y ya vivía de su pensión.
Cuando dicho hombre hablaba de Cristal se le llenaban los ojos de agua Leopoldo fue muy perseguido por las mujeres, pero llego ella y lo enredo con su mirada ardiente y seductora en cinco minutos ya era suyo y en diez ya le había destrozado el corazón. Sin yo preguntarle este señor empezó a describirme como fue su atrapada, fue una noche ella estaba en una obra de teatro con su amiga Noelia quien al parecer la acompañaba a todos lados, el sitio estaba muy lleno y ella se quedo sin silla para ver el espectáculo, entonces el muy amablemente se paro y le concedió la suya.
Ella muy discretamente se sentó y empezó a mirarlo de una manera fulminante, Leopoldo se ruborizaba y pasaba saliva no sabía qué hacer no podía huir, se sentía embrujado por tanto encanto, se acabo la función y Cristal se acerco y le dijo es usted muy amable puedo invitarlo a tomar algo, ya que me siento muy apenada por que por mi culpa se quedo de pie todo el tiempo el de inmediato le dijo que si, y salieron juntos.
Leopoldo solo se acuerda que entraron a un lindo lugar a tomar café, y no se acuerda de lo que siguió, el café estaba delicioso y su aroma igual, pero el dice que cuando lo bebió se despertó en un bello cuarto a las afueras de la ciudad al lado de ella, que cuando el abrió los ojos ella lo miraba y lo empezó a amar hasta el cansancio, el se durmió y volvió a despertar pero Cristal ya no estaba. Se vistió y cogió un taxi y compro un periódico y en el titular decía desapareció el distinguido Leopoldo del Valle hace un mes se ofrece una recompensa a quien sepa de su paradero.
Este hombre quedo loco ella le había dado el bebedizo del amor eterno y aunque él se caso jamás pudo amar a nadie como amo a Cristal.
Luego fui a buscar a un tal Javier González por que aunque el si se caso y tuvo hijos, está ahora en un manicomio por qué no resistió la pena de amor y nunca fue feliz.
Busque Noelia, la mejor amiga de Cristal y ella era una señora muy linda y amable, y tenía una caja con algunas de las pertenencias de enigmática Cristal, yo abrí la caja y encontré un diario tenia miles de nombres de caballero ilustres del mundo todos marcados con rojo, y casi me da un infarto cuando vi el nombre de mi papa sin marcar y había una nota decía KRUMA A TU PAPA NO LO ENAMORE PORQUE SI NO HOY YO NO SERÍA HISTORIA AQUÍ TE DEJO MI LEGADO Y TODO MI AMOR A TI ANDA ASI ES QUE SE TRATAN LOS HOMBRES JAJAJAJA
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