No lo Soportaría

Otro día de trabajo y Marcela está por llegar. Son meses ya los que he esperado, no soportaría un día más sin hacer algo, pero ¿y si me rechaza? Habré perdido mi única oportunidad. ¡No importa! Algún día me tendré que atrever a enfrentarla. Ya no soporto verla llegar cada mañana sabiendo que en la tarde se irá sola, que tendré que esperar catorce horas para verla nuevamente al día siguiente. ¡Y los fines de semana! Dos días de locura esperando para verla aparecer. No, no lo soporto más. Hoy debo hacer algo.

Podría sorprenderla y besarla en los labios cuando aparezca, aunque puede que eso le parezca muy atrevido. Quizá pueda ser un beso en la mejilla, que sólo se acerque lo suficiente a sus labios como para hacerla temblar o enojarse. Por su reacción sabré lo que ella siente. No, no me atrevo a hacer algo tan directo. Podría sólo besar su mejilla, mientras con mi mano acaricio su cuello, así podré ver si se deja llevar por el juego o si me rechaza. ¿Y si me rechaza? ¿Podré soportarlo? Debo correr ese riesgo, no puedo continuar mi vida en esta constante tensión. Está entrando.

- Marcela lo vio a la distancia. Él se levantó tembloroso de su asiento, pero al instante se arrepintió y volvió a sentarse. Caminó silenciosamente por detrás de él y lo sorprendió con un abrazo y un apasionado beso en los labios. -

Otro día de trabajo y Cristina está por llegar. Espero que ella no sea tan atrevida como Marcela, no podría soportarlo.

Jota