Emerger a un calido recibimiento, Cortesana rama libera un silbido Y de un lado al otro peina la sensación Para el egida de pies alados. Libera una pluma anaranjada Y tiñe todos los disfraces de la naturaleza. Ha llagado! Aplacados los ruidos del viento El egida entiende el silencio En galopante tarde De otoñales hojas, aferradas A submarinos pensamientos Recibido en el orbe Con danzarines Que trenzan un flagrar emancipado Para olvidar un odioso ensueño Del gélido pasado. ¡El egida es honrado! Se levanta un túmulo y una estatua Melifluo rendido ¡Corona al lucero verdemar!
Texto agregado el 27-05-2009, y leído por 155 visitantes. (5 votos)